La plantilla de SAS obliga a parar una hora la producción de Seat

Un centenar de trabajadores de SAS de Abrera, planta proveedora de salpicaderos para Seat en proceso de cierre, cortaron ayer los accesos a la fábrica de Martorell e impidieron la entrada de los autocares que transportaban a los operarios del turno de tarde. Como consecuencia, la producción tuvo que paralizarse durante más de una hora, tiempo en el que dejaron de producirse unos 50 coches de los modelos Ibiza y Altea, según explicaron ayer fuentes de la compañía.

Los miembros de la plantilla de SAS ocuparon las rotondas próximas a Seat, hacia las 12.50 horas, coincidiendo con el cambio de turno y la llegada de los trabajadores de tarde. Decenas de autobuses se acumularon y llegaron a provocar colas que afectaron a la autovía A-2, muy próxima a las instalaciones. Algunos empleados de Seat optaron por bajar de los vehículos y caminar cerca de un kilómetro. La intervención de la Guardia Civil, que obligó a los manifestantes a desalojar la zona, posibilitó el inicio del desatasco, que se prolongó hasta las 13.45 horas.

El presidente del comité de empresa de SAS, Emiliano Jiménez, justificó la movilización contra Seat porque "es la culpable del cierre de SAS", que afectará a 210 personas. Por ello le reclamó "que aporte una solución y que recoloque a los trabajadores". Jiménez acusó a la empresa de "precarizar a todos los proveedores del sector". En este sentido, consideró que SAS es "la punta del iceberg", y recordó que en estos momentos otros 50 empleados de Copo Fehrer de Vilanova del Camí, donde se fabrican rellenos de espuma para asientos de automóvil, también se han quedado sin empleo porque Seat ha rescindido de sus servicios.

El pasado 12 de marzo, trabajadores de SAS ya impidieron la llegada a Seat de material de otra empresa y paralizaron durante dos horas la producción.

Seat manifestó ayer su profundo malestar por los hechos ocurridos y por "las pérdidas económicas" para la compañía. De poco le sirvieron las medidas de seguridad activadas como previsión a nuevas protestas. Fuentes de Seat afirmaron que "fue la dirección de SAS la que comunicó el cierre de la fábrica y es ella la que debe evaluar este tipo de actuaciones".