Política Territorial corta la mitad de la vía del Barbanza por obras

Una vez abierta al tráfico la vía de alta capacidad del Salnés, le toca el turno a la del Barbanza. La Consellería de Política Territorial anunció ayer el cierre al tráfico de un tramo de 21 kilómetros de la carretera de la Xunta que une Ribeira y Padrón, los que van desde Dodro, a 1,5 kilómetros del enlace con la AP-9, hasta Boiro, para ejecutar su desdoblamiento en autovía. El corte durará casi tres meses.

La consellería cerrará al tráfico inmediatamente después de Semana Santa los 21 kilómetros de la vía de alta capacidad que separan Ribeira del enlace de Dodro, cerca de Padrón, con la intención de restablecer la normalidad a finales de junio, de forma que la circulación no se vea afectada en el puente de la semana próxima ni durante las vacaciones de verano. Aunque el corte se produce tras el de la vía del Salnés, en este caso no está relacionado con deficiencias del sistema constructivo, sino con las obras, actualmente en ejecución, del desdoblamiento de la carretera para convertirla en autovía.

Durante el corte del tramo Ribeira-Dodro, los vehículos se desviarán a través de la carretera AC-305, que se señalizará como itinerario alternativo y será acondicionada para soportar la mayor carga de tráfico a que se verá sometida. La vía del Barbanza podrá ser utilizada en el resto de su trazado entre Boiro y Ribeira, de 19 kilómetros. Los desvíos ya han sido comunicados a los alcaldes de los ayuntamientos de la zona para que colaboren en la reordenación del tráfico durante los próximos meses.

No será el único corte al que se verá sometida la denominada VG-1.1, que cerrará al tráfico en momentos puntuales y en diversos puntos del trazado para ejecutar su desdoblamiento. Esas interrupciones comenzarán esta misma semana, debido a las voladuras necesarias para ampliar la calzada, y durarán el tiempo necesario para realizar las explosiones sin afectar a la seguridad de los usuarios del vial.

La necesidad de cortar la vía rápida se debe a actuaciones como la elevación o rebaja de la actual rasante de la calzada en varios trechos, para adaptarla a la cota que tendrá la futura autovía. También será necesario construir nuevos viaductos y falsos túneles paralelos a los actuales, que en muchos casos serán demolidos. Los trabajos implican variar el trazado de un gasoducto que cruza la vía del Barbanza por el aire, y que será soterrado bajo la futura autovía.

Una vez concluida la temporada turística de verano, la Consellería de Política Territorial pondrá en marcha un programa de nuevos cortes que se realizarán a partir de septiembre. La nueva autovía, que tendrá una longitud de 40 kilómetros, contará con un falso túnel de 85 metros y ocho viaductos paralelos a los actuales. Casi 4 kilómetros de la nueva autovía discurrirán por un trazado distinto del actual.