La vivienda es lo que más preocupa a los barceloneses

La vivienda es lo que más preocupa a los barceloneses. Esa respuesta dieron de forma espontánea el 36,7% de los preguntados en una encuesta de valores sociológicos realizada por el Ayuntamiento de Barcelona entre noviembre y diciembre de 2006. Y la segunda preocupación es la inseguridad, con el 28%. A juzgar por las respuestas, la política cada vez interesa menos: el 65% contestó que nada o poco.

La familia es lo que inspira más confianza (96,3%) y los partidos políticos son los penúltimos en esa escala de valoraciones al obtener el 12,4%, sólo por delante de la confianza que inspira la presidencia de Estados Unidos, con el 4,5%. La encuesta, que se ciñe a valores sociológicos generales, se hizo a 1.500 personas entre los 15 y los 74 años. La política sale, en general, bastante mal parada: el 31,8% confiesa no estar "nada" interesado, el 33,2% dice que poco frente al 27% que afirma tener "bastante" interés y el 7,7% asegura estar "muy" interesado.

Por orden de respuestas, la vivienda es lo que se aprecia como un problema social para el 36,7% de los preguntados. Sin embargo, ésa fue la respuesta que dieron el 56,9% de los presguntados con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años. A medida que aumenta la edad, esa percepción va disminuyendo. Se trata de la evolución opuesta a la inseguridad, que es la segunda preocupación para el 28% de los preguntados, un porcentaje que llega hasta el 36% entre los 55 y 65 años. La percepción de cuál es el principal problema varía según la definición ideológica: para los que se consideran de izquierdas, la vivienda es el principal problema (40,7%) y para los que se definen de derechas es la inseguridad, con el 44,3%. La inmigración aparece como un "problema" para el 15,7% de los encuestados y se trata de una percepción más extendida entre los que se definen de derechas (24%) respecto a los que se consideran de izquierdas, con el 15,4%.

Respecto a la inmigración -introducida en la consulta por primera vez- el 53,9% considera que la sociedad catalana necesitará mano de obra inmigrada en los próximos años y el 36,6% entiende que ya se no se pueden acoger más extranjeros. La percepción de la inmigración como algo negativo se repite cuando el 28,9% está de acuerdo con al afirmación de que sueldos bajan precisamemnte por la llegada de la inmigración, o del 22,9% que considera que son los recién llegados los que acaparan recursos de los servicios sociales.

Con todo, el convencimiento de que la inmigración se encarga de puestos de trabajo para los que no hay mano de obra son el 66,9%, y el 61% cree que de la inmigración dependerá del sistema de pensiones en un futuro. Los que creen que es mejor que en un país vivan gentes de costumbres y tradiciones diferentes representan el 62%; los que opinan lo contrario, algo más del 32%.

El 55% considera "grave" comprar un piso para ganar dinero -no para vivir- , un resultado parecido -52%- a los que consideran que ocupar una casa es "poco" o "nada" reprobable.

Algunas de las respuestas ponen en evidencia la contradicción que hay cuando algo afecta directamente o cuando la pregunta es generalista. Por ejemplo, según la encuesta, el 46,5% considera poco importante terner una mezquita cerca de casa. Para los encuestados es más importante poder compaginar trabajo y familia -el 70,9%- que tener un trabajo reconocido con un buen sueldo, el 27,4%.