Golpe de autoridad de Rossi
Lección de pilotaje del italiano, que supera a Pedrosa y encabeza la clasificación en MotoGP
La que dibujó en el circuito de Jerez sí corresponde a la mejor versión de Valentino Rossi. Aquella que siempre había interpretado a las mil maravillas el más cualificado de entre todos los motociclistas. La misma que le ha servido al piloto italiano, de 28 años, para coleccionar siete títulos mundiales. Y muchos de ellos los ha conseguido a base de monólogos como el que regaló en el circuito andaluz, una de sus pistas favoritas si se repara en que en ella acumula también siete triunfos.
Cuando su moto presenta algún problema, Rossi es capaz de llegar hasta donde la mecánica se queda corta. Ocurre que, si en su taller dan con la tecla adecuada y la Yamaha 46 está calibrada a su gusto, il dottore resulta prácticamente imbatible para los demás. Sus compañeros de parrilla cayeron rápidamente en la cuenta, con el apagón de los semáforos, cuando el heptacampeón se colocó al frente del tropel de motos apenas medio giro después de la arrancada. Pegado a él se situó Dani Pedrosa. A pesar de salir impecablemente y desde la pole, el piloto español, de 21 años, no pudo plantarle batalla a Rossi por más que lo intentó a lo largo de más de media carrera. Ambos se marcharon y circularon pegados, y la ocasión se pintaba ideal para una trifulca cerrada, la primera desde que el catalán aterrizó en la máxima categoría la temporada pasada. Si el mano a mano no se produjo, fue porque Rossi no dio opción alguna.
Se perfilaba un duelo cerrado; si no se produjo, fue porque Rossi no dio opción
Apoltronado al frente de la jauría, el huracanado ritmo de giro que imprimió el italiano lo pudo seguir Pedrosa durante las 15 primeras vueltas. No más. Mientras el corredor de Yamaha completaba un giro tras otro en menos de 1,42 minutos, el español de Honda precisaba alrededor de tres décimas más, y eso le fue alejando, progresivamente, del neumático trasero de su principal oponente en la lidia por la corona.
Pedrosa se vio obligado a bajar el ritmo, pero los demás habían claudicado unas vueltas antes. En el momento en que se convenció de que alcanzar a Rossi resultaría tan arriesgado como peliagudo, el tricampeón español se concentró en amarrar el segundo peldaño del podio sin dejar de controlar, de reojo, la posición de Colin Edwards, que circulaba, ligero, a su espalda. Muestra de ello es el cartel que le enseñaron desde el muro a falta de ocho giros, en el que le dieron aviso de que su cojín respecto al piloto norteamericano rondaba el segundo. Edwards, compañero de Vale en la escudería Yamaha, no pudo dar caza al catalán, por más que tampoco precisó ayuda su jefe de filas. Sólo en las últimas seis vueltas, cuando la diferencia a su favor superaba ya los tres segundos, Rossi pasó a administrar su renta. Cuando se relajó, rodó tan rápido como lo venía haciendo el resto de sus rivales.
La lección que impartió el italiano supone el golpe de autoridad que se esperaba de él tras haber perdido el título al darse de bruces en la última carrera de la temporada pasada. Llevaba cinco carreras consecutivas sin ganar, desde que el septiembre pasado lo hiciera en Sepang (Malaisia). Algo inédito en su carrera desde que irrumpió en la cilindrada máxima del motociclismo. Y de eso hace ya siete años. Además, el triunfo le sirve a Rossi para encontrarse de nuevo en la posición más privilegiada de la clasificación general, que comanda con un bagaje de 45 puntos sobre un total de 50. Empatados con nueve menos que él, figuran el australiano Casey Stoner, quinto ayer tras Toni Elías, y Pedrosa. El menudo piloto catalán consiguió a la postre el mismo botín que lograra en Jerez el año pasado, en la que fue su primera carrera subido a una máquina de MotoGP. A pesar de la coincidencia, lo que se desprende de las dos carreras es diametralmente distinto. Si entonces Pedrosa se limitaba a adquirir experiencia en la categoría, este curso está en disposición de entrar en la gresca por el título por más que deba batirse en el asfalto con el Rossi que se vio en el circuito de Jerez, el de siempre, el mejor piloto de todos los tiempos.
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