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Reportaje:

La pugna por las Formigues

Palamós y Palafrugell se disputan la pertenencia de las diminutas islas de la Costa Brava

Las islas Formigues son muy pequeñas. Pero pese a su diminuto tamaño, estos islotes de la Costa Brava son el centro de un debate para decidir su pertenencia. La propiedad es del Estado, pero es su potestad lo que ha generado cierta controversia entre los ayuntamientos de Palamós, Mont-Ras y Palafrugell, en el Baix Empordà. Según se recoge en un edicto publicado por el departamento de Gobernación y Obras Públicas de la Generalitat, las islas formarían parte de Palamós, pero este documento no es vinculante ni implica un pronunciamiento en firme de la Generalitat.

A finales de octubre del año pasado, los municipios de Palamós y Mont-Ras llegaron a un acuerdo para que las islas pasaran a depender de Palamós y los islotes de Cap de Planes, de Mont-Ras. El uso de ambos archipiélagos era compartido por Palafrugell y Palamós desde 1717, por lo que Xavier Rocas, concejal de cultura de Palafrugell, considera que les debían de haber avisado antes de realizar el reparto.

Los dos municipios gerundenses llegaron a compartir el uso de las islas desde 1717

Palafrugell ha solicitado participar en una comisión de delimitación a tres bandas que permita una nueva revisión de los límites municipales. Rocas defiende que Palafrugell no actúa por "voluntad soberanista" y que están tratando la cuestión desde un punto de vista cultural, histórico y sentimental. "Habría que tener en cuenta que estas islas forman parte del horizonte más inmediato de Calella, que son la vista principal desde el pórtico de la playa", señala Rocas, para quien las Formigues forman parte del imaginario colectivo de los lugareños.

Rocas cree que hay documentos históricos que pueden probar que a Palafrugell le pertenece una parte del archipiélago. Según el concejal, la clave está en Mont-Ras, un pequeño municipio que en 1858 se independizó de Palafrugell y que a principios del siglo XX compró la línea de costa, "para que los mozos del pueblo pudieran hacer la mili en la marina". Esta línea de costa sólo afectaría a la parte continental, no a las islas, por lo que Palafrugell no habría perdido sus derechos a favor de Mont-Ras y continuaría compartiendo la potestad de las Formigues con Palamós.

Esta versión contrasta con la que mantienen desde el Consistorio de Palamós, donde se basan en un estudio realizado por el historiador local, Pere Trijueque para defender la pertenencia de las Formigues a su municipio. Trijueque reconoce el pacto de 1717, "que se hizo para compartir los recursos pesqueros de la zona", pero considera que quedó sin efecto, ya que en posteriores revisiones de los límites territoriales, "el acuerdo no volvió a mencionarse". Trijueque va más allá y afirma que Palafrugell aprovechó aquel pacto para apropiarse de un trozo que no le correspondía. En 1924 se hizo una nueva revisión de la delimitación territorial, existiendo ya el municipio de Mont-Ras, y sigue sin hablarse del reparto de las Formigues.

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Las Formigues son un archipiélago situado al noroeste de Palamós, formando un cierto límite entre el norte y el sur de la Costa Brava. Son rocas de origen calcáreo con numerosas cuevas y abundante vegetación marina que las hace muy apreciadas para los amantes del submarinismo. Este archipiélago ha sido un testigo de excepción de naufragios, historias de piratas y contrabandistas, incluso de batallas navales. Una placa conmemorativa situada bajo la baliza de las Formigues recuerda los hechos del día 28 de agosto del año 1285, cuando el almirante Roger de Llúria derrotó a la escuadra francesa de Felipe III el Atrevido.

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