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LA VOLANTE | PRUEBA

Mejor en asfalto

El Compass es el primer todoterreno sin reductora de Jeep y, aunque incluye tracción 4×4 y puede recorrer pistas de tierra, está más pensado para el asfalto. La línea tiene carácter y el funcionamiento es más refinado de lo que puede aparentar por fuera. Y como comparte la base del Dodge Caliber, similar en tamaño al Focus, tiene una posición al volante parecida a la de los turismos, aunque se va sentado más alto y ofrece una mejor visibilidad.

Motor TDi de VW

Más información
Un 4×4 de imagen deportiva y precio ajustado

El nuevo Jeep monta el motor 2.0 TDi de VW con un cambio manual de seis marchas. Rinde 140 CV, mueve el peso sin pereza y sólo se echa de menos más fuerza por debajo de 1.500 vueltas, porque en algunos momentos, tanto en ciudad como en el campo, se queda sin nervio y obliga a reducir. Pero en un uso normal acelera con suficiente brío y el buen escalonamiento del cambio ayuda a circular con soltura en carretera y llanear a buen ritmo en trazados amplios y autopista. No se queda en las subidas y permite superarlas casi siempre en sexta, incluso con carga. Además está mejor aislado que el Caliber, hace menos ruido y casi no vibra nada.

Otro punto fuerte es el consumo, muy ajustado. En conducción suave apenas pasa de siete litros, y no llega a nueve en ciudad, en campo y estirando las marchas, cifras muy eficientes para su tamaño.

Tracción 4×4 electrónica

El Compass incluye la tracción 4×4 electrónica Freedom Drive I, que transmite la mayoría de la potencia al eje delantero para reducir rozamientos en asfalto. Lleva un módulo central que aumenta de forma automática el reparto a las ruedas traseras, bien al detectar pérdidas de agarre en las delanteras o para ayudar al ABS y al control de estabilidad ESP y mejorar el comportamiento en pisos resbaladizos. Y el sistema incluye también una tecla que bloquea el diferencial central y envía hasta el 60% de la potencia al eje trasero (sólo a menos de 50 km/h.) para superar dificultades en el campo.

Con esta base, las suspensiones independientes y una altura libre al suelo de 20 centímetros, el Compass es uno de los mejores 4×4 ligeros para recorrer pistas de tierra, al menos a ritmos moderados, porque es fácil hacer tope en los baches. Pero sus recursos son limitados en zonas más difíciles: no está pensado para un uso radical.

En cambio, el comportamiento en carretera es equilibrado y cercano al de un turismo, con una estabilidad correcta, balanceos comedidos en las curvas y una manejabilidad notable. Obedece con fidelidad a la dirección, de tacto suave y consistente, es ágil en curvas enlazadas y no acusa mucho las inercias. En trazados amplios y autopista absorbe bien los baches, no es incómodo y permite hacer viajes largos sin cansar. Y los frenos paran bien el peso sin fatigarse. Además, aunque tiene sólo cuatro airbags, incluye un equipo de seguridad completo: ABS, ESP y control de presión de ruedas.

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