Vecinos de Legazpi protestan por la ventilación del subterráneo

El subterráneo inaugurado ayer a parte de ser el más largo de Europa, con 7,5 kilómetros de calzadas bajo tierra, es uno de los más seguros y modernos del mundo del mundo, según explicó ayer el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Lo de la seguridad está avalado por la cantidad de cámaras, salidas de emergencias, señalizaciones, y otras medidas preventivas que recorren el subterráneo como cuadros antiincendio con agua nebulizada. Lo de la modernidad lo dijo Gallardón por "los avanzados sistemas de ventilación del túnel". Estos extractores cuentan con un sistema de filtros de ventilación con carbón activo y con un complejo sistema de precipitadores electrostáticos que retienen el 90% de las partículas, según explicó Gallardón durante la presentación.

Pero este sistema de ventilación no convence a algunos vecinos del barrio de Legazpi, en el distrito de Arganzuela. Unos cincuenta residentes del barrio se concentraron ayer por la tarde cerca de la chimenea de ventilación bypass sur de la M-30, situada en el parque Tierno Galván. Los vecinos protestaron porque consideran que la instalación es "potencialmente muy peligrosa" para la salud de quienes residen en la zona.

El portavoz de la Asociación de Vecinos Nudo Sur, Roberto Tornamira, aseguró que los filtros instalados en las salidas de humos del bypass y de los nuevos túneles de la M-30 no evitarán que "el 20% de las partículas, las más nocivas, sean desprendidas a la atmósfera y afecten a las personas, especialmente a los niños".

Contra las chimeneas

Tornamira definió el sistema de extracción de humos como "un crematorio, es una incineradora de partículas", que repercutirá en la calidad de vida de los vecinos. El portavoz vecinal aseguró que "hoy -por ayer- "es un día triste". Y criticó la actitud de Gallardón por "incumplir la normativa europea en materia medioambiental". Según Tornamira, "las medidas de seguridad dejan mucho que desear. Se están inaugurando obras sin sopesar los riesgos que pueden causar para la salud", agregó.

Tormanira indicó que las obras han sido molestas, "pero el verdadero problema comienza ahora. Cuando las chimeneas comiencen a lanzar humos a la atmósfera. Entonces empezaremos a sufrir problemas respiratorios".

Los vecinos se reunieron entorno a una de las chimeneas más polémicas del proyecto de reforma de la M-30. Ante las reiteradas protestas vecinales, el Ayuntamiento decidió modificar en tres ocasiones el emplazamiento de la salida de humos. En un principio estaba concebida como una chimenea de unos 20 metros de alto, a menos de 200 metros de las casas de los vecinos. Ahora es una gran rejilla por donde salen los humos de los coches que circulan por el subterráneo.