La UE dará hoy un ultimátum de dos meses para desbloquear Galileo

Galileo, el sistema de navegación por satélite europeo, sigue en la cuerda floja. Los ministros de Transporte de la UE darán hoy un ultimátum de dos meses, hasta el 10 de mayo, para desbloquear el proyecto, llamado a competir con el americano GPS. Ante las desavenencias entre las ocho empresas encargadas de desarrollar y explotar Galileo, Bruselas evaluará "alternativas" al proyecto actual, que aglutina intereses públicos y privados.

La presión de Bruselas empieza a surtir efecto. Fuentes empresariales aseguraron ayer que ya se ha alcanzado un acuerdo para crear la entidad jurídica única o empresa madre de Galileo, que contratará la explotación del sistema a otra sociedad, donde cada país tendrá un peso predeterminado. Otro de los pasos exigidos por el comisario europeo, Jacques Barrot, es la designación de un consejero delegado. Hans Kuropatwa, consejero delegado de Vodafone Suecia, se perfila como el principal candidato. Si éste declina la oferta, el español Manuel Gordillo, de Alcatel, sería el ejecutivo encargado de pilotar la explotación de Galileo, cuya aplicación más conocida es el sistema de navegación que utilizan ya algunos coches a través del GPS estadounidense. Pero los grandes problemas están aún por resolver, y tienen que ver con los aspectos financieros y con el calendario.

Las rivalidades entre las ocho empresas adjudicatarias del contrato de concesión -entre las cuales figuran las españolas Hispasat y Aena- amenazan con retrasar una vez más la puesta en marcha de Galileo, prevista para 2010. Alemania e Italia han acusado a las empresas españolas de bloquear el proyecto en las últimas semanas. Por contra, España advertía de que se trataba de una maniobra para deshacer los acuerdos entre empresas de Bruselas de 2005, con refrendo de los gobiernos, y que, entre otras decisiones, atribuyeron a España dos centros de control de Galileo.

En este sentido, el consejo de ministros de la UE de hoy no será tan decisivo como inicialmente se preveía, a menos que algún Estado levante la voz contra otro. El borrador de conclusiones retrasa hasta el próximo consejo, en junio, las posibles soluciones a los actuales problemas. Los ministros optarán por dar un plazo hasta el 10 de mayo a las empresas para negociar una solución, sin señalar culpables

Las empresas consiguen así un margen adicional para limar diferencias. Los ministros de Transporte evaluarán en junio los progresos sobre un acuerdo "claro y creíble" en relación a los costes y al reparto de la financiación. Al Ejecutivo europeo le corresponde discutir las diversas opciones para asegurar las obligaciones financieras públicas a largo plazo. Bruselas se encargará de someter al parecer de los Estados miembros "escenarios alternativos", y esta es un extremo que da lugar a especulaciones. En otras palabras, se trata de un plan B por si el acuerdo en el seno del consorcio resulta inviable. Una de las posibilidades es el traspaso temporal de la gestión de Galileo al sector público; concretamente, a la Agencia Espacial Europea.