Detenido el primer ejecutivo de Total por presuntos sobornos en Irán
La justicia investiga pagos de unos 60 millones de euros a través de cuentas suizas
La petrolera franco-belga Total está en el punto de mira de la justicia. Su director general, Christophe de Margerie, fue retenido ayer por la brigada financiera francesa para interrogarlo sobre presuntas irregularidades (pago de sobornos) para conseguir la explotación de unos yacimientos de gas en Irán. Se trata del segundo sumario que afronta desde finales del año pasado De Margerie, que accedió al cargo hace poco más de un mes. La empresa sostiene que el directivo actuó "conforme a la ley".
El grupo energético francés Total interesa a la justicia francesa por diversos sumarios. Uno es el relativo a los yacimientos iraníes, que comportaría una eventual entrega de "comisiones ocultas" y actos de "blanqueo de dinero". Otro se sitúa en Camerún y la empresa es sospechosa de "corrupción de agente público extranjero", mientras que en otros casos aparece implicado en el naufragio de un petrolero en mal estado o en la explosión de una fábrica cerca de Toulouse.
El director general de Total fue convocado ayer por el juez Philippe Courroye, de la Brigada de Represión de la Delincuencia Económica, para que se explicase respecto al origen de unos 60 millones de euros que habrían circulado por cuentas suizas para ir a parar en gran parte a los bolsillos del hijo de un dirigente iraní. Total, presente en Oriente Próximo desde 1924, concluyó en 1997 un acuerdo para explorar y explotar unos yacimientos de gas llamados South Pars y en los que el grupo francés trabaja con el ruso Gazprom y el malasio Petronas. La obtención del permiso de exploración sería, según fuentes judiciales, lo que habría motivado ese pago de comisiones o sobornos.
Para De Margerie, de 55 años y que dirige Total desde hace poco más de un mes, éste es el segundo sumario en el que quiere implicarlo el juez Courroye. En diciembre pasado se le implicó en un caso de "complicidad de corrupción y complicidad en el abuso de bienes sociales" en una investigación sobre los desvíos de dinero que se produjeron en el programa de la ONU Petróleo por Alimentos. En aquel caso, los pretendidos beneficiarios habrían sido algunos oficiales del ejército de Sadam Husein.
Pero De Margerie no es el único dirigente de Total en el ojo del huracán de la investigación judicial. Otros cuatro directivos -dos de ellos ya jubilados- fueron convocados ayer por otro juez instructor. Los dos en activo son Robert Castaigne, director financiero, y Philippe Boisseau, director general del sector gas-electricidad, ambos acusados de corrupción de un funcionario extranjero, en concreto de Camerún.
La primera en la zona euro
Total es, por su capitalización bursátil, el cuarto grupo petrolero mundial, por detrás de ExxonMobil, Royal Dutch Shell y BP, y el primero de la zona euro. En 2006 obtuvo un beneficio récord de 12.600 millones de euros por un volumen de negocio de 153.800 millones. El grupo emplea a unas 95.000 personas y está presente en 130 países. El 70% de sus resultados e inversiones está dedicado a los capítulos de exploración y explotación pero la empresa también es muy activa en refinado (dispone de 27 plantas) o en comercialización (tiene una red de 17.000 gasolineras).
Christophe de Margerie ha sucedido desde hace poco más de un mes a Thierry Desmarest a la cabeza de Total, aunque éste ha guardado para sí las atribuciones de presidente. De Margerie ha hecho toda su carrera en Total tras haber estudiado en la Escuela Superior de Comercio de París y en el Instituto Universitario de Tecnología. Es heredero de una dinastía de hoteleros y campaneros, la familia Taittinger.
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