Pintura en movimiento
Josune Amunarriz expone su evolución artística en San Sebastián
Josune Amunarriz (Hondarribia, 1942) cuenta que "la prisa" con la que ha vivido -ha cambiado varias veces de ciudad y es madre de cinco hijos- le ha llevado a ir evolucionando en su trabajo artístico casi sin darse cuenta, sin rupturas bruscas. La sala Kubo de Kutxa, en San Sebastián, expone casi 60 obras de gran formato que recorren la trayectoria de la pintora desde 1971 hasta 2006.
Bajo el título De la pintura a la instalación, la muestra no intenta ser una retrospectiva completa, pero sí ofrece la posibilidad de contemplar en profundidad muchos de los trabajos más destacados de la autora. Esas piezas reflejan el desarrollo de su obra, desde sus bodegones impresionistas hasta sus actuales abstracciones a escala mural, en las que no faltan las propuestas tridimensionales.
"A veces sus imágenes actúan como olas y sobrepasan los límites convencionales"
Amunarriz, de todas formas, se resiste a cualquier norma y no le gusta mucho hablar de su trabajo. "Mi voz es Bárbara", dice. Se refiere a Barbara Rose (Washington, 1940), la comisaria de la exposición, quien resume la obra de la artista con tres calificativos: "Fuerte, imponente y original".
El mar supone una constante en el quehacer de Amunarriz, aunque "no hay nada de literal en su interpretación del movimiento marino y los momentos alternos de tempestad y calma", advierte Rose. Subraya que "dado su agitado estilo expansivo, a veces resulta inevitable que las imágenes que crea actúen como olas y sobrepasen los límites convencionales del marco y la pared para invadir el espacio real".
La comisaria indica que "el arte decorativo no sirve para nada" y defiende el espíritu "práctico" de las creaciones de Amunarriz. Cree que ofrecen al público la oportunidad de "adentrarse en otros mundos sin moverse del sitio". Insiste, por ello, en el movimiento que se respira al contemplar sus obras. "Es todo vivo, animado, nada estático ni simétrico. El arte tiene que transmitir precisamente eso, ese placer de vivir".
Desde un punto de vista técnico, Amunarriz trabaja su pintura directamente sobre el lienzo, sin bosquejos o estudios preliminares. En su "camino hacia la liberación", la artista mezcla colores impuros con tonos puros para lograr combinaciones que pueden resultar "estridentes o escandalosas", apunta Rose en el catálogo editado para la exposición. En otras ocasiones, elige un tono dominante y mezcla sombras o variantes de tonalidad, a menudo del azul, que crean una sensación "diferente, más lírica y tranquila", dice.
De la pintura a la instalación. Sala Kubo de Kutxa. Avenida de La Zurriola, 1; San Sebastián. Hasta el 22 de abril. Horarios: todos los días de 11.30 a 13.30 y de 17.00 a 21.00.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.