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Reportaje:Fallas 2007

De nuevo, vuelve a ganar el dinero

Estaba en la calle. La falla de la comisión Nou Campanar es espectacular, grandiosa, monumental, preciosista, ingeniosa... cara, muy cara, la más cara. Su presupuesto, 650.000 euros, establece una diferencia respecto a las demás que no sólo el ingenio o la gracia pueden salvar. A mucha distancia en inversión le sigue el resto de fallas de la categoría Especial. En Nou Campanar todo es dinero. Para celebrar el premio, Moët Chandon. Para recorrer las calles, un Hummer tipo limusina color negro. De fondo, entre We're the champions y Paquito el chocolatero, vestidos de diseño y bien plagados de abalorios de postín.

Convento Jerusalén es la única falla que se mantiene en el duelo y dispone para su artista, Paco López, de una cantidad importante: 400.000 euros en esta edición 2007. Pero la hegemonía de Nou Campanar, su derroche de medios y las oportunidades que ello le brinda ha estrangulado a la mayoría, ha dejado fuera de la competición a las demás. El objetivo ya no es el primer premio.

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La categoría especial la componen 14 fallas. Nou Campanar es una neonata, por comparación. Na Jordana, el Pilar, La Mercé o L'Antiga de Campanar escriben la historia de las fallas de Valencia. Nou Campanar nació en 2003. Es el capricho del constructor Juan Armiñana. En un nuevo barrio, de corte residencial en el noroeste de la ciudad, inscribió la falla en la sección de Primera A. Ganó. Y en 2004 se estrenó en Especial. Lo hizo con un presupuesto de 270.000 euros. Se llevó el primer premio. En 2005, empleó 360.000 euros. Volvió a coronarse y se empezaron a escuchar las primeras críticas del sector. En 2006, el presupuesto fue de 600.000 euros. Se llevó el primer premio. Apuestas como las de las fallas Convento Jerusalén y Na Jordana se vieron imposibilitadas de tumbar mediante la imaginación, la ironía o el cinismo la dominación de Nou Campanar.

La temporada, ésta, empezó con una fuerte discusión sobre la conveniencia o no de crear una sección más allá de la Especial. Pero la propuesta no prosperó. ¿Quién limita lo que una comisión quiera gastar en su monumento?

Pero dejarlo sin acotar ha supuesto que Na Jordana, La Merced, Cuba-Literato Azorín, Archiduque Carlos, Malvarrosa o Pizarro-Cirilo Amorós hayan bajado sus presupuestos considerablemente. Extrañamente se acercan a los 200.000 euros. Sólo Misser Mascó y Sueca-Literato Azorín se acercan a los 300.000 euros. Y Convento se coloca por encima, con sus 400.000 euros de presupuesto, en el intento de no perder paso.

Armiñana pone cada año el listón más alto. Planta monumentos con un concepto arquitectónico muy moderno. Su Albufera's Cup. El desafío está compuesto por 75 ninots, casi el doble de los que pueblan los ingenios de las fallas más dotadas. Es un monumento transitable, preciso en las fisonomías, perfecto en la ejecución, atrevido en los equilibrios, expandido gracias al casi ilimitado espacio en el que se ubica, una explanada propiedad de Armiñana. El empresario, además, ha dado el salto a la iluminación de forma seria este año. Y ha advertido a la histórica Sueca-Literato Azorín de su pretensión de arrebatarle el laurel.

Armiñana, accionista del Valencia, empresario de la construcción, actor único del despegue de una zona de Campanar de alta cotización, derrocha dinero en y por la fiesta. Su falla, poblada habitualmente de jugadores de fútbol, de baloncesto, personajes de la televisión y políticos se comporta como sociedad anónima. Armiñana tiene público. Y explota esa expectación. Tiene su propia mascletà, a un horario que permite disfrutarla después de la de la Plaza del Ayuntamiento. Tiene su castillo de fuegos artificiales en los cinco días grandes de fiesta. Expende su propia acreditación para los medios de comunicación. Planta un set, el Press Center, con plató televisivo, con zona para rueda de prensa, ha contratado los servicios de una agencia especializada de comunicación. Nada que ver con los modos y maneras del resto de comisiones falleras de la categoría. Armiñana ha conquistado por la vía del cheque el mundo fallero. Los mejores artistas quieren disfrutar de la creación con más medios, desbordar.

Por eso, los segundos disfrutaron como si hubieran vencido. Convento Jerusalén fue segunda, doblemente segunda. Hizo doblete en el segundo escalón del podio. Lucía, fallera Mayor de Convento Jerusalén, se sentía ayer auténtica vencedora. "Para nosotros, hemos ganado". El dinero de una falla tradicional, de las más antiguas, de las más dotadas económicamente, no ha podido frenar la embestida de Nou Campanar. El casal era anoche una fiesta. Vino de Utiel-Requena y cerveza del patrocinio y cava. Y El Pilar, con una de las apuestas más modernas, más atrevidas, más coreadas en la calle, se cuela entre los moldes de otros tiempos, sin ponerle precio a la gracia ni tasar el ingenio.

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