Crisis inducida

Los mercados de valores se desplomaron ayer en medio mundo al agudizarse el temor a una crisis hipotecaria y, por tanto, financiera en Estados Unidos y por la presión de los mercados de futuros, en los que los grandes inversores parecen haber apostado abiertamente por un vencimiento a la baja.

La Bolsa de Tokio tomó el relevo de las caídas del martes en los mercados europeos y perdió el 2,92% en esta última sesión, lo que venía a cerrar un círculo vicioso en el que resultaba difícil distinguir en qué punto comenzó todo el proceso.

El Ibex 35 cayó ayer el 2,72% para cerrar en 13.602,40 puntos, un nivel que está un 9,09% por debajo del máximo anual intradía conseguido hace tan sólo siete sesiones. La uniformidad en el comportamiento de los mercados de valores europeos aleja cualquier causa particular como factor de peso en esta crisis, que, curiosamente, coincide con un descenso importante en el precio del petróleo, más pronunciado en Estados Unidos que en Europa.

En el caso de la Bolsa española, fueron los tres grandes valores del Ibex 35, SCH, Telefónica y BBVA, los que llevaron el peso de los recortes, en parte porque entre los tres suman una ponderación del 43,97% en este índice. SCH perdió el 4,40%, Telefónica el 3,68% y BBVA el 3,50%.

En cuanto a la causa aparente de la última parte de esta crisis, la morosidad en el mercado hipotecario, es insignificante en España, donde ha crecido al 0,41% de las hipotecas, el peor nivel desde 2002, mientras que en Estados Unidos también se situaba en el nivel más alto de los tres últimos años.

La contratación en el mercado continuo fue de 8.550,37 millones de euros, de los que 6.858,01 correspondían a las operaciones en el "mercado abierto", en el que se fijan los precios y en el que los tres principales valores del Ibex 35 superaron ampliamente su media de contratación del trimestre.