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La Bolsa cae al mínimo anual arrastrada por la crisis hipotecaria de EE UU

El Ibex 35 pierde el 2,72%, el segundo mayor descenso del año, y cierra en 13.602

Íñigo de Barrón

Nerviosismo y miedo a una recesión en Estados Unidos. Éstos fueron los sentimientos que dominaron ayer a los inversores, que dieron muchas órdenes de venta y provocaron la segunda mayor caída del año del Ibex 35, el 2,72%. La Bolsa española cerró en mínimos, en los 13.602,40 puntos, y el índice europeo perdió el 2,78%. El crecimiento de la morosidad hipotecaria de EE UU, que ha llegado al 4,6%, podría provocar una caída del consumo y acelerar una recesión. Los expertos descartan por completo un contagio hipotecario en España, donde la morosidad es diez veces más baja.

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Los inversores temen a lo desconocido y en los últimos días tienen la sensación que se ha abierto un camino incierto con la crisis hipotecaria de Estados Unidos. Los créditos a la vivienda acabaron 2006 con el 4,6% de impagados, aunque este porcentaje se dispara al 13,33% para los préstamos de alto riesgo, que son el 8% del mercado. En esta categoría están los que se conceden a clientes tienen un dudoso historial crediticio.

La consecuencia inmediata de esta situación es la posible quiebra de los pequeños bancos hipotecarios dedicados al alto riesgo (algunos filiales de grandes entidades), pero también el riesgo de que un endurecimiento del crédito frene el consumo y provoque una recesión económica en Estados Unidos.

En España la situación es completamente diferente porque la morosidad es 10 veces más baja (el 0,41%), aunque ha subido a niveles de 2002. Los expertos también destacan las fuertes provisiones para cubrir estos créditos y el control del Banco de España, factores que alejan, por el momento, cualquier percepción de riesgo de crisis hipotecaria.

Aunque no haya contagio hipotecario, sí lo hay financiero o inversor. La jornada bursátil empezó mal y acabó peor. Los operadores del mercado llegaron a sus puestos de trabajo con los malos datos la víspera en Wall Street y de la mañana en Asia: Tokio había caído casi un 3% y Hong Kong más del 2,5% . En España desde la mañana se vieron caídas superiores al 2%, que dejaban el Ibex 35 al nivel de 13.700 puntos. Europa acompañaba en el pesimismo, sin dar importancia a los buenos datos de la inflación en Francia, del empleo y de la producción industrial de la zona euro, o a la positiva evolución del precio del petróleo. Los operadores esperaron a ver el camino que tomaba Wall Street y aceleraron las ventas.

En Europa, Fráncfort descendió el 2,66%; Londres, el 2,61%; París, el 2,52% y Milán, el 2,45%. En España, todos los grandes valores acabaron con pérdidas. El Santander cedió el 4,4%, la mayor caída del Ibex; Telefónica, el 3,68%; el BBVA, el 3,5%; Repsol, el 3,2%.

Nueva York inició la sesión con una tímida subida, a media sesión cambió de rumbo por la posible implicación indirecta de General Motors y Lehman Brothers en la crisis de los créditos de alto riesgo, pero luego acabó recuperándose. Tras moverse por debajo de los 12.000 puntos, el Dow Jones cerró con subida del 0,48% y el S&P 500 avanzó un 0,67%, lo que permite ser optimistas de cara a la apertura de hoy en Europa.

Corrección de precios

Los expertos creen que las caídas no se deben a un cambio macroeconómico, como en mayo de 2006. "En aquella fecha se temía un fuerte repunte de los tipos de interés y que hubiera problemas empresariales. Ahora existe una sensación de que, tras ocho meses de subidas, el exceso de liquidez ha hecho que los inversores paguen muy caras algunas acciones. Esto es una corrección, aunque puede durar un tiempo", apunta José Luis Barrera, director de análisis de Banesto. Desde la firma Renta 4 se apunta que la caída de los mercados europeos "no está justificada por los resultados empresariales. Es un contagio de Estados Unidos, aunque quizá los precios estén altos y necesiten una corrección".

En opinión de esta firma, lo importante es "concretar el perjuicio hipotecario para saber el daño real en el mercado". Otro analista señala que "hasta que no lleguen buenas y claras noticias de las empresas, el nerviosismo pesará en los mercados. Los inversores quieren tener algo claro a lo que agarrarse".

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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