Nóvoa participó en la tramitación del expediente

La participación del actual alcalde de Ourense, Enrique Nóvoa, en el proceso de aprobación del expediente urbanístico de la finca de su socio Enrique Do Río, no se limitó a la etapa en la que fue concejal de Medio Ambiente y miembro de la comisión de gobierno del Ayuntamiento. Nóvoa participó también directamente, siendo responsable ya del área de Urbanismo y teniente de alcalde del Ayuntamiento, en los restantes pasos correspondientes a la tramitación del expediente.

Así consta en el acta ordinaria de la junta de gobierno local de fecha de 9 junio de 2006 en la que se informa favorablemente la petición de Do Río de aprobación del proyecto de urbanización de su parcela en O Vinteún, zona de expansión de la ciudad en la que ya han comenzado los destierros y que según destacó ayer el portavoz del PSdeG "va curiosamente más adelantada que las demás" obras adjudicadas en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). En esa acta se pone de manifiesto que la garantía, en el caso de que se proceda a la urbanización y edificación simultánea, "alcanzará el importe de 603.689,83 euros".

Otra documento oficial, del 29 de junio de ese mismo año, deja constancia igualmente de que el actual alcalde participó en el proceso para autorizar la aprobación definitiva del proyecto de compensación de la parcela de Do Río.

En esa ocasión, se aprobaron definitivamente -con el voto del entonces edil de Urbanismo- el proyecto de compensación y el expediente de ocupación de la parcela, al tiempo que se acordó dar traslado del acuerdo al servicio de Patrimonio y Contratación y al negociado de Registros Urbanísticos para su inscripción en el Registro del Patrimonio Municipal de Suelo.

Nóvoa sólo se ausentó en una ocasión, en agosto de 2006, en uno de los trámites que afectaban directamente a la parcela de su socio. En este caso, la junta de gobierno local aprobó definitivamente el proyecto de urbanización de la finca.

A la vista de esta documentación, el PSdeG acusa al regidor de "falta de ética" y cree que podría hacerse extensiva a más actuaciones. "No podemos hacer un seguimiento de todas sus empresas", señala Francisco Rodríguez, "porque él mismo reconoce que tiene más de 1.000 obreros, pero está claro que para estar en política es necesario renunciar a cosas sustanciosas".