Nebrera abre una crisis en el PP catalán al abrir un foro de debate a espaldas de Piqué
El líder popular catalán amonesta a la diputada, pero ésta mantiene la iniciativa
Montserrat Nebrera, la independiente que Josep Piqué fichó para acompañarle en la lista del Partido Popular en las elecciones autonómicas, abrió ayer la caja de los truenos en el seno de la formación. El motivo fue la multitudinaria cena que la diputada organizó a espaldas de la formación en un céntrico hotel de Barcelona para dar a conocer su proyecto al margen del PP. La empresa, un foro de debate y una página web, era completamente desconocida por la cúpula del partido. Ello motivó una seria reprimenda de Piqué a Nebrera quien, sin embargo, mantuvo el pulso y celebró el acto.
La cena-coloquio de Nebrera acogió a unas 400 personas, que pagaron 50 euros cada una, en uno de los salones del hotel Majestic de Barcelona, simbólico en otros tiempos por los pactos que allí firmaron Convergència i Unió y el PP. La diputada se presentó en el acto repartiendo besos por doquier, bajo la luz de focos y cámaras, y mostrando un vídeo autobiográfico, todo muy a la americana. El motivo del encuentro era reunir a miembros de la sociedad civil catalana que "se han visto alejados de la profesión política". A sabiendas de que una convocatoria de estas características, y a espaldas del partido, podía provocar algo más que recelos, Nebrera se apresuró a decir que lo único que buscaba era "tender puentes entre el PP y la ciudadanía". Ningún dirigente del PP asistió al acto.
Alternativa
Horas antes y en declaraciones a la Cope, Nebrera había añadido que lo que buscaba era ofrecer "una alternativa al proyecto trasnochado y disgregador del tripartito". Ello encendió todas las alarmas en la sede del PP. Y es que la dirección popular se estaba acostumbrando ya a las salidas de tono de una diputada a la que acusa de actuar más como tertuliana que como representante de un partido. Pero lo de ayer superó todos los excesos verbales anteriores y muchos vieron en ello un ansia de protagonismo impropia de un simple diputado.
Por este motivo, y según fuentes de la dirección del partido, Josep Piqué no dudó en reprender telefónicamente a Nebrera. Le reprochó haber "actuado por libre" y le pidió informar a la formación antes de emprender nuevas empresas de este tipo.
Por la tarde, Francesc Vendrell, portavoz del PP, fue más lejos y acusó a la diputada de carecer de "cultura de partido". La conminó, además, a "aprender" sobre las dinámicas de funcionamiento de una formación política y evitar así "nuevos malentendidos". "Todo el mundo aprende de las cosas y (...) agradecería que, en el futuro, iniciativas que pueden ser positivas se hagan de forma estructurada", remachó.
Durante la cena, Nebrera presentó su página web, alternativadegovern.cat. Bajo tan ambicioso título se oculta una página en la que la diputada expresa opiniones personales sobre temas como la inmigración, la sanidad o la comunicación, e invita a los lectores a opinar. En la web, Nebrera no cita su condición de diputada.
Una diputada que va por libre
"Falta de cultura de partido". Con la de ayer, no es la primera ni la segunda vez que Montserrat Nebrera escucha esta crítica por parte de sus compañeros de partido. Y eso que no lleva ni cuatro meses como diputada del Partido Popular en el Parlament.
En febrero Nebrera ya fue corregida por la dirección de su partido tras reconocer que la recusación del magistrado progresista del Tribunal Constitucional, Pablo Pérez Tremps, era "la grieta jurídica que necesitaba [el PP] para conseguir su objetivo político". Tales declaraciones no gustaron nada en la cúpula del partido, que insistía en decir que la recusación carecía de intencionalidad política. La misma semana, Nebrera volvía a chocar contra la dirección de su partido al decir que, de demostrarse la complicidad entre el Gobierno de Aznar y el vacío jurídico de la cárcel estadounidense de Guantánamo, ésta debería "condenarse". El portavoz del PP catalán tuvo que salir en defensa de la línea oficial del partido y decir que Nebrera no expresaba "la opinión del partido" y pedirle respeto a la "disciplina" del mismo.
Tampoco gustó en la dirección popular que Nebrera comparara el matrimonio homosexual con la unión "entre una señora y un delfín".
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