Coruñesismo pop
Cantantes de los años setenta arropan al candidato del "Partido Galleguista" a la alcaldía de A Coruña
"Vine por el concierto, pero el discurso no estuvo mal". Laura es administrativa y una de las personas que abarrotaron el auditorio de Palexco en el mitin fiesta de presentación de la candidatura del Partido Galeguista por A Coruña, la noche del pasado viernes. El combinado de la actuación de Miticos 70 y del mitin del candidato Carlos Marcos reunió a 1.500 personas, lo que no está mal teniendo en cuenta la competencia, a la misma hora, de Amancio Prada y Lucy Silvas en lo musical, y en lo político la protesta contra la excarcelación de De Juana, como no dejó de resaltar el convocante.
"Yo vengo por la música, a ver como están éstos ahora", dice Manuel González, colocador de parqué, situado en la segunda fila, detrás de la que encabeza el miembro de la lista Sergio Peñamaría (hijo del alcalde Peñamaría, inventor de aquello de "la ciudad en la que nadie es forastero"), mientras en el escenario Micky (El chico de la armónica) entona Pretty Woman secundado por Jeannete (Soy rebelde), Lorenzo Santamaría (Para que no me olvides) y Tony Ronald (¡Help, ayúdame!). No es el caso de la chica de la butaca de atrás, que se confiesa amiga de la familia del candidato, y ha venido a escucharlo a él.
"Habéis venido porque mi programa es atractivo, o porque las estrellas son apetecibles, pero también por curiosidad, porque estáis hartos del club de los políticos de siempre", había resumido Marcos. Hasta encabezar la franquicia del PG en las municipales, Carlos Marcos Blanco (A Coruña, 1961) ha tocado todos los palos del centro derecha, incluida una escisión localista del PP coruñés y labores de asesoría al conservador Manuel Pérez en su etapa de alcalde de Vigo.
Tanto en el discurso de su líder como en los folletos que repartían en la entrada, junto con las consabidas pulsera de silicona -"Carlos Marcos. Me gusta La Coruña"-, el PG promueve para las municipales una regeneración del coruñesismo que arrasó a comienzos de los años 80. "Necesitamos, como los matrimonios, estrategias de renovación afectiva, porque ser coruñés es un sentimiento", aseguró en el mitin. "Se dice que La Coruña está en decandencia. Se dice que tuvimos una etapa de esplendor, pero que ahora la ciudad se estanca... Nuestra ciudad lo tiene todo para ser la gran metrópoli de la Europa atlántica", reza el folleto. "Creo que es un discurso de concordia muy positivo y muy valiente", asegura el secretario general del PG, Manoel Soto, que destaca también esa voluntad de concordia ante las críticas de que un candidato galleguista utilice de forma militante el topónimo castellano de la ciudad. "Ya pone 'Coruña', señala a la pantalla, y me dice y lo creo que esa cuestión debe dejar de ser también motivo de confrontación ciudadana', señala Soto, a la vez que confiesa su admiración por el acto, más rumboso sin duda que el que organizará el partido en Vigo.
El caché del pack de la nostalgia ronda los 15.000 euros, según una fuente próxima a la organización musical, que asegura que los Míticos 70 estaban ya semicontactados para el programa de actuaciones en el Club de Golf de A Zapateira si hubiese ganado la candidatura a la presidencia del empresario Juan Carlos Rodríguez Cebrián, amigo de Marcos. En el escenario, los Miticos han desgranado los éxitos de la nostalgia. Ninguno tenía muy clara la finalidad del acto ("¿esto es algo parecido al PP, o que?", preguntó al comienzo en los camerinos Lorenzo Santamaría). Micky tuvo la habilidad de captar el espíritu del asunto: "Nos gusta Coruña, ¿eh? Pillines!".
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