El nuevo Grup 62 apuesta por la literatura comercial
El nuevo Grup 62 lanzará una colección de libros de bolsillo, llamada labutxaca, que se nutrirá del copioso fondo -unos 7.500 títulos- de todas las editoriales que conforman la macroempresa, nacida con la entrada de Enciclopèdia Catalana y el Grupo Planeta, hasta entonces competidores por el mismo mercado y ahora socios. En la colección, abierta a otros sellos ajenos a la firma, se publicarán unos 40 títulos al año, tanto clásicos como obras de autores contemporáneos. La primera remesa de labutxaca podría aparecer el próximo mayo, aunque es posible que se retrase hasta otoño porque el proyecto aún está en una fase inicial, anunció ayer el director editorial de Grup 62, Fèlix Riera. Asimismo, Grup 62 editará las obras completas de Mercè Rodoreda, autora de quien se cumple en 2008 el centenario de su nacimiento.
Ambas iniciativas se dieron a conocer dentro del programa de la Setmana del Llibre en Català, que dirige Ernest Folch, ex director editorial de Edicions 62. El acto estaba convocado para explicar el nuevo proyecto de Grup 62, un gigante que algunos críticos tildan ya de monopolio al concentrar sellos como Columna, Mina, Empúries, Selecta, Proa, Destino, Edicions 62 y Pòrtic, entre otros. En este nuevo escenario, las editoriales independientes como Quaderns Crema o La Campana están más solas que nunca. Nueva etapa y, por tanto, cambio de discurso, aunque se matice con un aluvión de buenos deseos. El director general de Grup 62, Xavier Mallafré -hombre fuerte de Planeta en la dirección-, recordó que de cada cinco libros vendidos, cuatro son en castellano y uno en catalán, tendencia que el naciente grupo quiere romper. Los tiempos del libro minoritario con la excusa de la excepción cultural parecen cosa del pasado en la casa, si bien Mallafré aseguró que cada sello mantendrá su personalidad. Con el fin de aumentar las ventas, objetivo principal de la macroempresa, se realizarán estudios de mercado para conocer los gustos de los lectores y encauzar así el lanzamiento de novedades. Esta apuesta por la literatura comercial también incluye la mencionada colección de libros de bolsillo, que al tener un precio más asequible se benefician de una gran aceptación popular.
Mallafré señaló que esta estrategia añadirá competitividad al libro en catalán, aunque los nostálgicos de la época heroica de Edicions 62 -bandera cultural contra el tardofranquismo- y algunos de sus autores más destacados temen que el envite acarree cierta banalización del catálogo. "El producto partirá del mercado y no se basará en la confianza en las librerías. Éstas son muy importantes para dar salida al fondo editorial, pero siempre pueden acabar devolviendo los libros", remachó el director general de Grup 62.
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