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Reportaje:Fútbol | Liga de Campeones: vuelta de los octavos de final

Un centro del campo roto

La baja de Beckham y las dudas técnicas han dejado al descubierto la zona más frágil del Madrid

Diego Torres

Todos los viernes, el vestuario de Valdebebas abre sus puertas para recibir el jamón. La charcutería llega en dos platos. Uno, para los jugadores y demás empleados del club. Otro, para Capello.

El jamón de Capello es especial. Está cortado por encargo. Nada de trozos de tamaño y volumen aleatorio, como los que mastica la plantilla. Nada de improvisación. El jamón que pide Capello para comer en exclusiva es tan fino, y sus vetas son tan uniformes, que, según cuentan los testigos, puestas a contraluz, se adivinan las sombras que hay al otro lado. "Es traslúcido", confirman. Lo manda el mesón que frecuenta Capello y el técnico italiano lo devora en privado, junto a sus ayudantes.

A Capello le gusta todo muy fino. El centro del campo también. Sólo que la zona media del Madrid es tan transparente que amenaza con esfumarse. Hoy por hoy está partida por la mitad. Entre la lesión de Beckham, que estará al menos un mes de baja por un esguince de rodilla, y la rebeldía de Emerson, que se niega a jugar en el Bernabéu, la plantilla ha perdido a sus especialistas más veteranos. Quedan Guti, con quien el entrenador no contaba para esta función; Diarra, que admitió que su juego es "mediocre"; De la Red, a quien Capello ha recurrido tras muchas vacilaciones, y Gago, un jugador joven, en proceso de adaptación al fútbol europeo, cuyo estilo original está en clara oposición al reclamo del entrenador.

El club se gastó 70 millones en verano, y en septiembre el entrenador ya había visto carencias
Capello medita ahora convertir al 'rebelde' Emerson en el líder defensivo ante el Bayern

La falta de ideas técnicas ha dejado al descubierto la zona más delicada del equipo. En plena carestía, la lesión de Beckham resulta especialmente dañina para el Madrid. El volante inglés fue uno de los futbolistas más destacados en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, contra el Bayern. Pero no podrá estar mañana en el Allianz Arena para ayudar al equipo a aguantar el 3-2 del primer acto. Beckham tuvo que retirarse del partido contra el Getafe. La resonancia magnética a la que fue sometido ayer detectó que sufre un esguince de grado dos en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha. Los médicos estiman que no estará recuperado antes de un mes. Si el pronóstico se cumple, se perderá el clásico del sábado en el Camp Nou y, si el Madrid pasa a cuartos de la Champions, el partido de ida.

El minimalismo del centro del campo madridista dice muy poco en favor de quienes diseñaron la plantilla esta temporada. El proyecto costó 70 millones de euros en el mercado de verano. Pero ya en noviembre, el propio Capello detectó carencias. Al comprobar que Javi García, un atlético medio centro del filial, no era Makelele, y que Diarra no respondía como en el Lyon, el técnico publicitó su descubrimiento. "Nos faltan centrocampistas", dijo. Acto seguido, De la Red, el mejor creador de la cantera, fue relegado al Castilla. En lugar de probar al medio centro del filial, que tiene 22 años, Capello y su director de fútbol, Pedja Mijatovic, se lanzaron a contratar a Gago por 20 millones. Al mismo tiempo, estudiaron la posibilidad de ceder a De la Red al Zaragoza.

El mercado de invierno resultó ser una fuente de problemas para el Madrid. En lugar de engordar la línea media, el periodo mercantil conllevó un adelgazamiento. Al conocer que Beckham firmó un contrato para jugar con los Galaxy a partir de junio, Capello y Mijatovic sintieron algo parecido al despecho. El presidente del club, Ramón Calderón, también. Calderón se refirió a Beckham en términos suspicaces: "Es un medio actor". Contra las necesidades de su equipo, Capello decidió apartar a Beckham de la competición. Lo mantuvo sin jugar durante un mes. Dijo: "No volverá a ponerse la camiseta blanca". En enero, Beckham no jugó. En febrero, fue titular siempre que pudo. Capello cambió de opinión aduciendo que "es un gran profesional".

De pronto, el entrenador comprobó que el futbolista al que se había obstinado en castigar era más leal a la causa que aquél a quien consideraba su hombre de confianza: Emerson. Por entonces, Emerson comenzó a dar muestras de rebeldía. El brasileño, sobre el que Capello planificó hacer girar a todo el Madrid, culminó su traición durante el partido contra el Bayern en el Bernabéu. Esa noche se negó a saltar al terreno de juego, desobedeciendo la orden del técnico. Mijatovic lo justificó explicando que entre el futbolista y Capello existía un "pacto". Los compañeros de Emerson no lo juzgaron con la misma comprensión.

La plantilla interpretó el gesto de El Puma como un acto insolidario, egoísta y cobarde. Como no quiso reconocer que su apuesta había fracasado, Capello ignoró el desplante y se acomodó a las exigencias del jugador. El "pacto" del que habla Mijatovic parece consistir en que Capello alineará a Emerson fuera de casa y le mantendrá lejos de la acción en el Bernabéu. Esta componenda le obligó a levantar el castigo a Beckham y le llevó a convocar a De la Red para el banquillo. Mientras tanto, Gago se hizo imprescindible.

El Madrid viaja hoy a Múnich con Emerson listo para jugar. Tras declarar que sufría una lesión que le impedía competir contra el Getafe, el domingo, el centrocampista brasileño se ha apuntado para el choque con el Bayern. Coherente con sus pactos y sus estrategias, Capello le ha llamado para acudir a un partido que marcará el devenir de la temporada del club. El técnico medita convertir a Emerson en el líder del juego defensivo. La misión es fundamental en una eliminatoria en la que perder por 1-0 significaría quedarse fuera del torneo.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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