Cuatro mezquitas gracias a fondos de Marruecos, Arabia Saudí y Sharya

"Si no pone el dinero un extranjero, ¿quién lo hará?", cuestiona Mansur Escudero, presidente de la Junta Islámica. Una vez superadas las reticencias y las posibles trabas municipales, las comunidades de musulmanes que han querido levantar una mezquita se tienen que enfrentar a otro problema: la financiación. El islam no cuenta con una estructura potente y jerarquizada como tiene, por ejemplo, la religión católica. Eso se traduce en problemas de financiación que hacen que se recurra a capital extranjero para financiar las nuevas mezquitas. Y más aún en los países de Occidente, donde la mayoría de los musulmanes son inmigrantes.

En Andalucía, dos de las grandes mezquitas que existen (en los municipios malagueños de Fuengirola y Marbella) han sido financiadas con dinero procedente de Arabia Saudí. La de Marbella, con capacidad para 800 creyentes, se levantó en 1981 y fue financiada por el príncipe Salman. También Arabia Saudí está detrás de la de Fuengirola y de la nueva de Málaga capital, que se terminó de construir el verano pasado y está pendiente de ser inaugurada. Estas tres mezquitas pertenecen a la corriente wahabí, la dominante en Arabia Saudí y de tendencias conservadoras.

Por su parte, la mezquita de Granada, situada en el barrio del Albaicín, está gestionada por la Comunidad Islámica de España. Se construyó con aportaciones del rey de Marruecos (el suelo) y con dinero procedente del emirato árabe de Sharya.