El 'Ostedijk' tardará varios días en poder descargar el fertilizante

El buque holandés Ostedijk, que sufrió un incidente en las costas gallegas hace dos semanas, permanecerá hasta la próxima semana en el Puerto de Bilbao para descargar las 6.012 toneladas de fertilizante que transporta. La Autoridad Portuaria insistió en que la carga, que estuvo en combustión varios días, es inocua, "ya que si no, no podría haber atracado". Pese a ello, tras la alarma social generada en Galicia, se activó el protocolo de seguridad.

El Ostedijk arribó sobre las 11.20 horas al Puerto de Bilbao y quedó atracado en el muelle AZ-1, uno de los más alejados, junto a la torre de control. Había partido 21 horas antes de la ría lucense de Viveiro, donde estaba fondeado desde el día 17 de febrero, cuando se produjo una combustión espontánea de la mercancía en una de sus dos bodegas. Esto generó una intensa emisión de gases irritantes, que afectó a parte de la tripulación y dificultó la gobernación del buque.

La aplicación de diversos procedimientos para enfriar la carga permitieron controlar la situación y el armador contrató con una empresa vasca de fertilizantes, cuya identidad no se ha revelado, la venta de todo el material, incluido el afectado por la combustión, que será reciclado.

Precisamente, la descarga de este material, que comenzará hoy, alargará las labores. El agua inyectada ha hecho que el fertilizante (NPK 15-15-15-C, un compuesto de nitrógeno, fósforo y potasio para usos agrícolas) fragüe y quede compactado, lo que ha obligado a la empresa consignataria Bergé a utilizar su grúa más grande con una cuchara especial para fragmentar el material y extraerlo, explicaron fuentes portuarias. Primero se descargará el fertilizante en buen estado y se guardará en los almacenes del Puerto bilbaíno.

El armador aún no había comunicado ayer cuándo abandonará el barco los muelles de Santurtzi, aunque se calcula que será el lunes o el martes. La Autoridad Portuaria certificó que toda la documentación del navío para proceder al depósito estaba en regla, pero realizó una inspección en su interior y puso en marcha un protocolo de seguridad con la presencia de bomberos. Las 6.000 toneladas del fertilizante se transportarán posteriormente por carretera a su destino en camiones.