Del teléfono a Internet

Vera contrató un servicio de telefonía con Jazztel hace un par de años. Siempre funcionó. A principios de 2007, decidió contratar con esta empresa también el servicio de Internet.

"Llamé, tomaron mis datos y me dijeron que llamarían para darme las claves de configuración de la cuenta". Dos días después, seguía sin respuesta. "Llamé otra vez y me dijeron que por un problema técnico la llamada no se volcó en su programa; repetí la solicitud, pero no llamaron nunca", explica Vera, que continuó con su anterior servicio de Internet contratado con Wanadoo.

"De repente me pasaron recibos a mi cuenta por importes mucho más altos que antes. Finalmente descubrí que eran recibos por dos servicios de tarifa plana de Internet que nunca había disfrutado. La asesoría jurídica de Jazztel me sigue reclamando el pago de facturas de otros meses".

En un correo a este suplemento, Jazztel pide en primer lugar disculpas a su cliente por las incidencias. Respecto a la contratación de los servicios de Internet de Jazztel, la empresa asegura que envió la documentación a la dirección que aparecía en el contrato. "Usted no recibió dichas comunicaciones, lo que originó el no uso del servicio por su parte. Esta circunstancia era obviamente desconocida por Jazztel", añade la empresa.

La firma se compromete a tramitar la baja de su abonado y regularizar las facturas posteriores a la fecha de la baja, dado que la cliente no dispuso del servicio contratado.