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Reportaje:

El hartazgo lleva al consenso

La actual dictadura del coche en Vitoria ha conseguido que partidos y asociaciones alaben el plan de movilidad sostenible

Con un consenso ciudadano que sólo concitan los centros cívicos y deportivos municipales. Así se ha recibido en Vitoria el plan de movilidad sostenible que se presentó la semana pasada y que ha redactado la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona por encargo del Centro de Estudios Ambientales, organismo autónomo del Ayuntamiento. Hasta los comerciantes se muestran expectantes con un documento que propone rigurosas medidas restrictivas al tráfico de vehículos en toda la ciudad. Eso sí, en palabras de Javier Mendoza, presidente de la asociación de comercios Gasteiz On, "es necesario que todo se desarrolle con mucha comunicación con los distintos sectores, porque ya se sabe que la incertidumbre crea miedo y recelos entre los comerciantes".

El automóvil ha invadido Vitoria hasta ocupar casi el 80% de su superficie
En la ciudad se crean 77 "supermanzanas", donde el acceso del automóvil es restringido
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El plan se ha reconocido como necesario porque el automóvil particular ha invadido Vitoria hasta ocupar casi el 80% de su superficie. Pero también ha conseguido el consenso porque su redacción ha corrido paralela al debate en el Foro Ciudadano de Movilidad en el que participan partidos políticos, asociaciones e individuos preocupados por el asunto. "Y no hay que olvidar que surgió en un ámbito más amplio que es la lucha contra el calentamiento global", apunta José Manuel Bully, concejal del PSE responsable de Medio Ambiente.

El edil socialista pide medidas inmediatas: "Vitoria está viviendo una expansión urbanística que impone una nueva política de movilidad. Por ello, aunque el plan es interesante, creo que hay que empezar a trabajar en la reforma de la ciudad, por ejemplo, en su red de transporte público, que no está a la altura". La situación en la que se encuentran los vecinos del nuevo barrio de Zabalgana, sin autobuses que les comuniquen con el centro, es un buen ejemplo.

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Todos están de acuerdo en que el plan es muy ambicioso, pero que también llega un poco tarde. "Cuando el PP obtuvo el gobierno municipal hace casi ocho años, Salvador Rueda ya decía que el mayor problema de nuestra ciudad era el tráfico", recuerda la concejal del PNV Malen Arruabarrena, otra de las personas que ha participado en el citado Foro de de Movilidad Urbana. Salvador Rueda es el director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, redactora del plan e impulsora también de distintas transformaciones del entramado urbano de su ciudad. Sin escatimar elogios a la capital alavesa, Rueda reconoce que la urgencia manda. "No se puede establecer el diseño del transporte en una ciudad sobre el automóvil particular; tiene que volver a mandar el ciudadano, peatón o ciclista".

Por eso no extraña que la apuesta por la bicicleta ha sido más que bienvenida por parte del colectivo Bizikleteroak, que considera "revolucionario" este plan por el que se crean 77 "supermanzanas" en toda la ciudad, especie de islas en las que el acceso del automóvil es restringido. "El plan deja patente las carencias de Vitoria para el ciclista, al reconocer que son necesarios 84 kilómetros de carril bici cuando en la actualidad contamos con 38", apunta Ruben Ziordia, miembro del grupo.

Ahora bien, para que triunfe la regeneración de la movilidad en Vitoria será necesario un cambio drástico de la mentalidad de sus ciudadanos. Eso indica Javier Mendoza, de Gasteiz On: "¿Cómo vamos a abandonar el coche, cuando todos los días se nos dice que es un objeto de distinción, que refleja la categoría de una persona y se nos invita a conducir continuamente?". El socialista Bully reconoce que, efectivamente, el plan exige mucho "trabajo social", pero también apunta que "las protestas que hubo con las primeras peatonalizaciones remitieron cuando se comprobó que esas zonas ganaban en calidad ciudadana, sin perder en el comercio".

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