Jospin se suma a la batalla

Todos los elefantes han subido a bordo y se disponen a entrar en la batalla de las presidenciales. Incluido Lionel Jospin. Los viejos cuadros dirigentes del Partido Socialista francés (PS), los llamados elefantes, implacablemente derrotados el pasado otoño por Ségolène Royal, se negaban a sumarse a la campaña de la candidata. Sus dos rivales, Laurent Fabius y Dominique Strauss-Kahn, arrastraban los pies. Por su parte, el candidato derrotado en 2002 por el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, que nunca escondió su rechazo por Royal, ni siquiera se dignaba aparecer por los grandes actos del partido.

Y ayer, de madrugada, saltó la noticia. Se sabía ya que Fabius y DSK habían aceptado formar parte del "equipo del pacto presidencial", la sorpresa fue la incorporación de Jospin a este grupo de notables con los que la candidata socialista pretende dar consistencia a su campaña. Lo forman tres antiguos primeros ministros: Jospin, Fabius y Pierre Mauroy, junto a los ex ministros Strauss-Kahn, Martine Aubry, Bernard Kouchner, Henri Emmanuelli, Yvette Roudy; el primer secretario François Hollande, los presidentes de los grupos parlamentarios Jean-Marc Ayrault y Jean-Pierre Bel; y dos grandes alcaldes: Bertrand Delanoë (París) y Gérard Collomb (Lyon).

Todo cambió la madrugada del lunes, tras la intervención de Royal en el programa estrella de TF1, que despejó las dudas sobre su capacidad para relanzar su campaña. Hasta entonces, los programadores de cadenas de televisión tenían todo tipo de problemas para rellenar los puestos correspondientes a los socialistas en sus debates. "No, no hablo por Ségolène", respondían secamente. Ahora el PS ya es una piña con Royal.

Ha costado tiempo olvidar el sabor amargo de algunos episodios de la lucha por la candidatura. Atrás quedan los comentarios despectivos y machistas como el de Laurent Fabius preguntando: "¿Quién cuidará de los niños?", cuando Royal, a quien los elefantes consideraban poco más que la compañera sentimental del primer secretario del PS, François Hollande, anunció que entraba en la carrera por el Elíseo.

Pero el más coriáceo, quien intentó hasta el último momento evitar a toda costa que se presentara, fue Jospin. A finales de agosto, se presentó en la universidad de verano del PS, en la Rochelle, con la firme intención de descabalgarla y dejó claro, durante las primarias, su desprecio por Royal. Tan sólo hace 10 días, cuando la candidata presentó su programa en Villepinte, tampoco acudió.

Un apoyo muy importante

Fue la propia Royal quien, el viernes, mientras confeccionaba la lista de este equipo de notables de la que ya se había descartado a Jospin, cogió el teléfono y le llamó personalmente. "Llamé a Lionel, le propuse que me aportara su experiencia y su talento y aceptó", explicó ayer la candidata socialista, "se mostró muy caluroso y se lo agradezco mucho, es un apoyo muy importante en este momento de la campaña". "Estas personalidades", añadió, "deben ejercer su compromiso a su manera, es la mejor forma de beneficiarse de la diversidad de los talentos y de unir a la familia socialista".

Lo cierto es que luego se ha sabido que Jospin tiene la agenda muy cargada: comienza una gira de conferencias en varios países y es probable que no disponga de una fecha libre hasta finales de marzo. Pero en el PS se da por seguro que acudirá a más de un mitin. El primero en salir a escena será Fabius que hoy acompaña a Royal en Rouen.

Para sus contrincantes, el regreso de los elefantes es una buena ocasión para la crítica. El centrista François Bayrou lo calificó como "la vuelta de la horda" y Nicolas Sarkozy consideró que Royal quiere "hacer algo nuevo con lo viejo".