Un mercadillo en pie de guerra

"Qué desastre, ha sido fatal no podemos aparcar, encima nos han multado, y hemos vendido menos que nunca", se lamentaban los vendedores ambulantes del mercadillo de Campoamor de Alicante. Los problemas se veían venir, pero ayer la situación desbordó al más de medio millar de comerciantes ambulantes. El mercadillo de Campoamor, en los aledaños de la Plaza de Toros de Alicante, lleva más de 40 años cada jueves y sábado cumpliendo con su cita fiel con los alicantinos. Son puestos de venta ambulantes en los que se ofrecen frutas, verduras, hortalizas, ropa y un sinfín de utensilios para el hogar y la cocina.

Sin embargo, este tradicional mercadillo ha topado con un viejo proyecto el Auditorio de Campoamor, del cual los socialistas, cuando gobernaban la Diputación, la Generalitat y el Ayuntamiento presentaron varias maquetas y proyectos. Luego, cuando llegó el PP al poder, quedó olvidado en un cajón. Ahora, en vísperas de los comicios de mayo, el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, vuelve a retomar la iniciativa. El titular de la corporación provincial colocó esta semana la primera piedra de la dotación cultural y anunció el inicio de las obras de retranqueo del espacio actualmente habilitado como aparcamiento para los vendedores del mercadillo.

"Algunos de los vendedores me han dicho que han vendido sólo cinco euros en una mañana y le cascaron 92 euros de multa", dice un vecino

Entretanto, el Ayuntamiento no ha previsto un recinto alternativo para albergar el mercadillo de manera provisional hasta que concluya el acondicionamiento del emplazamiento definitivo, en la avenida Teulada. Hace meses el Ayuntamiento de Alicante, y en concreto el concejal de Comercio, Juan Zaragoza, inició negociaciones con los vendedores para convencerles de las ventajas de su traslado a la zona de la avenida Teulada, en las inmediaciones del Rico Pérez y de la Gran Vía. Los afectados acogieron con recelo esta propuesta y nunca la han respaldo unánimemente, porque la esencia y la clave del éxito de Campoamor está en su ubicación y en los accesos fáciles próximos al mercado central. "Si nos quitan de aquí es la ruina", admiten algunos vendedores. Sin embargo, el proyecto de Auditorio no es compatible con este mercadillo que tiene los días contados. "Están muy nerviosos, algunos de los vendedores me han dicho que sólo ha vendido cinco euros en toda la mañana y le han cascado 92 euros de multa por aparcar mal", explicaba Manuel Correa, un vecino del barrio.

Esta doble coincidencia llevó ayer el caos a los alrededores de Campoamor. Pese a que no había a máquinas trabajando y el aparcamiento que usaban los vendedores para dejar sus furgonetas y camionetas estaba ya vallado por obras. El colapso del tráfico fue especialmente notable en las avenidas de Jijona y Alcoi cuando por la mañana y a mediodía las furgonetas y camionetas de los vendedores al no tener donde aparcar, porque las obras de retranqueo del futuro Auditorio han restado entre 500 y 700 aparcamientos, se veían obligados a estacionar en doble fila. La Policía multó algunos que aparcaron mal, y los vendedores mostraron su inquietud y preocupación ante la falta de previsión municipal.

Aprovechando esta circunstancia, la candidata del PSPV-PSOE a la alcaldía de Alicante, Etelvina Andreu, se dedicó a hacer campaña en este mercadillo y denunció que el vallado de parte del recinto del mercadillo de Campoamor responde a "una política de primeras piedras y no mirar de cara a los ciudadanos", que padecen una "situación imposible", más aún cuando se trata de "un proyecto que han dejado en un cajón durante doce años y ahora lo quieren utilizar a base de trasladar el mercadillo".

La candidata socialista ironizó que "este querer quedar bien con las primeras piedras sea siempre sufrido por las personas trabajadoras que sólo quieren ganarse la vida y que incluso estos días están sufriendo todo tipo de coacciones a la hora de poder dejar sus vehículos, se los está retirando la grúa de forma inmisericorde, de forma que van a perder incluso más con la multa", puntualizó.

Andreu instó al Ayuntamiento a que "tenga un poco de sentido común". "No se puede llevar a los ciudadanos y a los comerciantes a una situación imposible", concluyó la candidata del PSPV.