El Ayuntamiento de Valencia quita el andamio de Russafa para que los falleros coloquen sus luces
El andamio de la calle de Sueca, que corría el riesgo de caerse, se quitará para que los falleros de la vía puedan colocar miles de bombillas. Las obras en la fachada se paralizan hasta que acabe la fiesta. A cambio, la comisión paga el montaje y desmontaje. El Ayuntamiento llegó ayer a suspender la licencia de obra para mantener el deseo inicial de los falleros: mantener la iluminación a toda costa. Los vecinos se plantaron hace una semana ante el abuso y riesgo que suponían la sujeción de las luces,
Asociaciones, comerciantes y vecinos no pueden más. El apropiamiento del espacio público de una falla en la calle de Sueca ha desatado las protestas y el miedo. "El año pasado hubo que sacar a un enfermo en camilla y casi no pudo salir. Era imposible que la ambulancia accediera", describe un vecino de Russafa. "Aquí colocarán un generador para un millón de vatios", señala una comerciante. Son lamentos vecinales "no constructivos" y con el objetivo de "enrarecer el ambiente", según Félix Crespo, concejal de Fiestas.. El concejal descalificó así una protesta vecinal convocada para hoy por las asociaciones del barrio. El litigio entre habitantes del barrio y miembros de la comisión de Sueca-Literato Azorín ejemplifica el desbordamiento por la falta de un árbitro activo en la contienda. Los vecinos no perciben que el Ayuntamiento defienda sus denuncias con la misma firmeza con la que aplasta las críticas contra los falleros.
Una empresa acababa ayer de colocar 750.000 bombillas en la calle de Sueca
Una empresa italiana terminaba ayer de colocar las 750.000 bombillas -el doble que el año pasado- en la calle de Sueca. Bajo los arcos luminosos de 36 metros de altura, deambulaban los vecinos sin mucha admiración en sus rostros. "Aparcar va a ser imposible", "falta un mes y ya empiezan", "Esto va a ser invivible. Yo me largo"... Los comentarios no tenían respuesta en la ilusión de los falleros. Ayer no estaban. El presidente de la comisión de esa falla no vive en la zona. Un dato que sirve a los vecinos para explicar el porqué del aumento anual del abuso.
"El año pasado metieron un tablón por mi ventana. Ahora han llegado a agarrar las luces a una tubería de gas. Y el colmo ha sido sujetarlas al andamio sin permiso", explica otro vecino que prefiere mantenerse anónimo. Antes de conocer la solución definitiva no descartaba ser el primer valenciano en acudir a los tribunales contra las Fallas. Una posibilidad que aceleró ayer el acuerdo entre los representantes de los vecinos del número 35 de la calle de Sueca, donde estaba el andamio, y Bernardo Morosoli, presidente de la comisión fallera. Ambos acudieron ayer a la puesta en común de posturas en el Ayuntamiento. Como mediador actuó Félix Crespo. Para algunos, un árbitro atado de manos. "El PP cree que todavía puede arrancar algún voto a Unión Valenciana entre los falleros", argumenta el edil socialista, Francisco Carsí, para explicar el apoyo constante de la alcaldesa, Rita Barberá, a los abusos de los falleros.
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