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Los técnicos inician las operaciones para sofocar los gases del carguero 'Ostedijk'

El punto de la costa más cercano al barco está a sólo una milla, pero es una zona deshabitada

Las autoridades marítimas comenzaron ayer las complejas operaciones para tratar de sofocar con agua la descomposición de los fertilizantes almacenados en una de las bodegas del carguero Ostedijk, en las costas gallegas. La alternativa de un trasvase a otra embarcación de las 6.012 toneladas de mercancía ha quedado aparcada.

El carguero en apuros, de propiedad holandesa, está fondeado en un área "al abrigo de vientos y olas", según Salvamento Marítimo, a milla y media al sureste del islote de Colleira, al noroeste de la entrada de la ría de Viveiro (Lugo). El gabinete de crisis, formado por Fomento y la Xunta de Galicia, espera que el armador, con los requisitos impuestos por las autoridades y su supervisión, pueda tomar hoy el mando de los trabajos, que se alargarán una semana. "Hablar de plazos es aventurado", advirtió la directora de Salvamento Marítimo, Pilar Tejo. Las decisiones y medidas irán variando en función de los resultados.

Al amainar ayer el temporal unas horas -las previsiones apuntan a un empeoramiento hoy y mañana-, se pudieron activar los preparativos para empezar a regar hoy mismo el interior de la bodega afectada con unas lanzas fabricadas especialmente para la ocasión.

Los trabajos realizados ayer, con ayuda de dos oficiales del carguero, un equipo de bomberos de A Coruña y técnicos de Salvamento Marítimo, consistieron en llevar el barco hasta la zona elegida, fondearlo, verificar el funcionamiento de todos los equipos y abrir las tapas de las escotillas de la bodega donde fermenta, desde el sábado, a elevadas temperaturas, parte de los fertilizantes. Esta última actuación originó un aumento de las emanaciones de gases, no tóxicos aunque sí irritantes, que, dada la posición del barco, se fueron hacia alta mar, no hacia el litoral.

El punto de la costa lucense más cercano al barco siniestrado sólo está a una milla, pero se trata de una zona sin población, destacó Tejo. "Y se cuida en todo momento que los gases no vayan hacia tierra", subrayó.

Otro de los importantes avances fue localizar, mediante cámaras termográficas, los dos focos principales del proceso de descomposición de la carga del Ostedijk. Están dentro de la bodega número dos, cerca de la mampara de popa donde está la sala de máquinas pero en un punto opuesto. Estas informaciones permitirán apuntar con mayor precisión la dirección del agua para sofocar el proceso.

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