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Reportaje:

Los 'okupas' acusan

Un grupo de jóvenes irrumpe en un bloque para denunciar "la verdad del caso Veiret" y los amplios vínculos del afectado

Un grupo de okupas agrupados bajo la denominación del Observatorio contra la Especulación denunciaron ayer "la verdad del caso Veiret". Fue un asunto que saltó a los periódicos hace unas semanas, cuando Carles Veiret denunció que unos intrusos habían irrumpido en un inmueble de su propiedad situado en el número 72 de la calle de Urgell de Barcelona.

Ahora se ha sabido, según ha reconocido el propio Veiret, que fue la diputada del PP Montserrat Nebrera quien le aconsejó que publicitara el caso y acudiera a los medios. Los okupas aseguran que con eso no se pretendía otra cosa que crear una sensación de inseguridad ciudadana y favorecer las políticas represivas contra los movimientos alternativos. Y algo de eso se logró, porque durante unos días no se habló de otra cosa que de aplicar más mano dura contra ellos.

A los pocos días de que Veiret denunciara la ocupación de su vivienda trascendió que su familia era la propietaria de todo el edificio, que consta de dos entresuelos, un patio trasero y cinco viviendas dobles. Él posee el 25% del bloque, según la inscripción del Registro de la Propiedad, en el que se detalla que el edificio ocupa una porción de terreno de 206 metros cuadrados.

Sabina Puig, una inquilina de 90 años que vive en ese edificio, explicó ayer que Veiret "no tenía donde ir cuando le ocuparon el piso", informa Laura Clavijo. Los okupas aseguran que, entre otras propiedades, posee una casa de dos plantas en Alpens (Osona).

Ayer trascendió, además, que el presidente de la asociación de propietarios de Cataluña, Luis Miguel Pahissa, es el dueño del edificio contiguo, situado en el número 70. El bloque también era propiedad de la familia Veiret, pero hace ya un tiempo que se lo vendieron a los Pahissa. Sólo quedan tres inquilinos, explican los okupas, y el propietario no cesa de acosarlos para que se vayan. Pahissa lo niega, dice que tiene con ellos una relación "normal" y recuerda que administra 600 pisos en toda Barcelona desde hace 35 años y nunca ha tenido ninguna denuncia por mobbing. Pahissa aseguró ayer que no conocía a Veiret y que se enteró por los periódicos de la ocupación de la casa del vecino.

El PP declinó ayer pronunciarse sobre la actuación de Nebrera asegurando que pertenecía a su ámbito privado, aunque fuentes del partido cuestionaron la "credibilidad" del Observatorio contra la Especulación.

Aina Gallego, portavoz de este colectivo, asegura que "el PP ha apelado a los miedos de la gente". En su opinión, "se ha escondido el problema real, que es el de descuidar el debate de qué hacer con las 3.000 viviendas que hay desocupadas en Barcelona". Como las de Veiret.

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