El juez interna al hombre que mató a su esposa y a su suegra al creerlas avestruces

El hombre que mató a hachazos a su esposa y a su suegra e hirió a sus dos hijos en enero de 2001 al creer que eran avestruces que le estaban atacando ha sido absuelto de los cargos de asesinato de los que fue autor al considerar la Audiencia de Málaga que el procesado sufrió un episodio de enajenación mental. La sala ha acordado, no obstante, que Antonio N. M., de 59 años, sea internado durante un periodo máximo de diez años en un centro psiquiátrico para recibir tratamiento y le ha prohibido comunicarse con sus hijos y su familia política, a quienes deberá indemnizar.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 11 de enero de 2001 en Málaga. Bajo los efectos de una parasomnia -un trastorno del sueño que afecta a la personalidad y el comportamiento- Antonio se levantó de la cama creyéndose atacado por avestruces. El procesado se hizo con un hacha y un martillo y la emprendió a golpes con su esposa y su suegra, a las que en su delirio tomó por las aves agresoras. Tras haberlas matado, Antonio atacó a su hija, a la que causó lesiones de las que tardó 210 días en curar y que le han dejado secuelas de por vida, y a su hijo, que consiguió finalmente desarmarle tras un forcejeo.

Tras cometer los crímenes, Antonio N. M. intentó suicidarse tirándose por la ventana del domicilio y cayó sobre un vehículo.

Tanto la defensa como la acusación particular se adhirieron tras la vista oral a la calificación definitiva propuesta por el fiscal. La abogada de la acusación, Adela Utrera, justificó esta opción ante la posibilidad de que los sucesivos recursos ante una sentencia condenatoria hicieran que el acusado cumpliera 70 años y "su ingreso en prisión podría verse limitado por motivos humanitarios".

Crimen de Herrera

Por otra parte, el jurado popular ha considerado en su veredicto culpable de un delito de asesinato al acusado de matar a su mujer de dos puñaladas mientras ésta dormía en su domicilio de la localidad sevillana de Herrera. La fiscalía solicitaba una condena de 14 años de prisión.

Fuentes del caso confirmaron en el objeto del veredicto el jurado ha tenido en cuenta la semieximente de enajenación mental, ya que considera que está suficientemente probado por los informes forenses que sufría una "depresión grave" y que tenía "muy afectadas sus facultades psíquicas y su autocontrol".

En el transcurso del juicio, que se celebró a puerta cerrada y que ya está visto para sentencia, los forenses corroboraron que el acusado sufre alteraciones psíquicas provocadas a raíz del suicidio de un hijo en 2002, que le ha llevado a intentar quitarse la vida en varias ocasiones. Otra hija se suicidó recientemente, según el letrado de la defensa, Juan Pradas. El procesado, que responde a las iniciales J.A.J.J., reconoció los hechos durante el juicio y señaló que no sabe "cómo ni por qué pasó".