La cadena de moda Mango centraliza en Palau-solità i Plegamans toda su actividad mundial de diseño

La antigua fábrica de Samsung en Palau-solità i Plegamans (Vallès Occidental), que tanto dio que hablar sobre deslocalizaciones con su cierre de hace tres años, es hoy el centro de diseño de Mango, la cadena de tiendas española presente en mayor número de países (85 en total). El presidente del grupo catalán, Isak Andic, aprovechó ayer la inauguración del centro, llamado El Hangar, en presencia del príncipe Felipe, para proclamar la "apuesta por el diseño propio" que hace la compañía, y que representan las nuevas instalaciones, buena parte de cuyos pasillos muestran hileras de maniquíes con prendas Mango.

Desde El Hangar se diseñan las colecciones del millar largo de tiendas que Mango tiene por todo el mundo, el 90% de las cuales son iguales. Damián Sánchez, director creativo de la compañía, explicó que en el centro de 10.000 metros cuadrados trabajan 550 personas, de las cuales hasta 150 son diseñadores, que inventan unas ocho mil prendas al año (cuatro mil por temporada). Antes, la actividad de diseño se realizaba en la sede central de Mango, pero el crecimiento de esta actividad y la necesidad de un entorno proclive al diseño llevó a la empresa a hacerse con una nave donde centralizarla, lo que ha conllevado un 40% de nuevas incorporaciones.

"En nuestra ropa hay mucha moda, todo es diseño propio", subrayó Enric Casi, director general de un grupo con unas ventas superiores a los mil millones de euros.

El Príncipe Felipe vio de primera mano el proceso de diseño de una prenda de vestir, desde la elección de las telas, el patronaje y corte, y las pruebas sobre modelo, hasta que el prototipo llega a los centros de confección.