Un desastre de declaración
Las pruebas contra Abdelmajid Bouchar, otro de los supuestos autores materiales de la matanza del 11-M, son muy sólidas: aparte de que fue la persona que avisó a los suicidas de la presencia de la policía, sus huellas dactilares y su perfil genético han aparecido en la casa de Chinchón donde se prepararon las bombas y en el piso de Leganés donde se suicidaron siete de los supuestos autores materiales de los atentados. Además, fue identificado en la estación de Entrevías.
La actitud de Bouchar fue torpe. Si Zougam y Ghalyoun trataron de dar explicaciones más o menos afortunadas basadas en la lógica, Bouchar pareció perdido en todo momento. Primero trató de retrasar -sin éxito- su interrogatorio y después no supo explicar ninguna de las circunstancias que le implican en los atentados. Simplemente negó, negó y negó.
La fiscal le preguntó cómo explicaba que el 11 de marzo de 2004 fuera identificado en la estación de Entrevías, pero lo único que respondió es que en ese momento estaba en un restaurante en Fuenlabrada. A continuación, negó que él fuera la persona que avisó a los terroristas en Leganés y cuando se le puso de manifiesto que sus huellas y perfil genético estaban en la bolsa de basura que llevaba la persona que huyó a la carrera, manifestó: "Esa pregunta se la vamos a dejar a la defensa". Acto seguido se le preguntó si tenía una explicación a que varios documentos suyos y libros con su perfil genético y huellas hubieran sido encontradas en el desescombro del piso de Leganés. La respuesta fue que los había perdido o se los habían robado a finales de marzo.
Huir de España
Abdelmajid Bouchar aseguró que uno de los motivos que le impulsaron a irse de España, que no a huir, fue el miedo a que fuera detenido por árabe y a que lo maltratasen. "Yo había oído que estaban deteniendo a árabes por la calle y que les estaban torturando incluso con descargas eléctricas", declaró.
Bouchar tampoco quiso explicar el tráfico de llamadas que tuvo con miembros de la célula de islamistas que cometieron los atentados. Lo dicho, un desastre. Las menciones a ETA fueron ayer generalizadas, porque incluso los abogados defensores de los tres procesados les preguntaron si pertenecían a la mencionada organización terrorista, a los Grapo y a otras estructuras terroristas. Todos lo negaron. La fiscal pretendió desmontar las teorías de la conspiración y preguntó a Ghalyoun si cuando vivió en San Sebastián adquirió temporizadores ST de ETA o si los trasladó a Madrid. Ghalyoun rechazó esa posibilidad.
El juicio entra hoy en un periodo de menor interés, con la declaración de Mouhannad Almallah Dabas y de otros islamistas con una menor implicación en los hechos.
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