_
_
_
_
Reportaje:Fútbol | Liga de Campeones: ida de los octavos de final

"Soy uno de los mejores"

Makaay, que lleva marcados cinco goles al Madrid, considera que "no hay que probar gestos ajenos, sino mejorar el propio estilo"

Diego Torres

Los ritos definen a los equipos. Los entrenamientos del Bayern terminan con una ceremonia en dos actos. En el primer acto, el portero, Kahn, se para frente a un pelotón de rematadores. Makaay, Lahm, Pizarro, Santa Cruz, Van Buyten y Schweinsteiger ensayan tiros desde diversas posiciones. El segundo acto es un acontecimiento menos concurrido. Se marchan todos a la ducha, salvo los dos supremos sacerdotes, que se quedan con un balón. Entonces comienza el duelo.

Makaay coge la bola, la coloca a 15 metros de la portería, un poco escorado, y tira. Kahn para, pero no bloca. Makaay coge el rechace y manda el balón a la escuadra opuesta. Al verse batido, Kahn, ruge como un animal herido: "¡Ahhhgggrrr...!". Pero la pelota se va rozando el poste. Se ríe. Ambos se miran con la complicidad de dos novios. Y, sin decir nada, se marchan sin hablarse.

"El control es lo más importante. Con un solo toque puedes encontrar el espacio para tirar"
Más información
Dos imperios ante el abismo

Oliver Kahn, de 38 años, y Roy Makaay, de 31, encarnan el espíritu del equipo que hoy medirá el auténtico nivel del Madrid de Fabio Capello. Sus entrenamientos de la semana pasada tuvieron la intensidad eléctrica de los preparativos de un gran combate.

"Lo hacemos mucho", dice Makaay; "al acabar el entrenamiento, le tiro mucho a gol. No tiro por tirarle, sino porque entre los dos hay una rivalidad. Quiero meterle goles. Para mí es bueno porque tengo enfrente a uno de los mejores del mundo. Y para Oli también, porque el que le tira es uno de los mejores. Esto lo mejora a él y me mejora a mí".

El holandés es uno de los goleadores más experimentados de Europa. También es uno de esos futbolistas que, de tan altivos, resultan simpáticos. Repite que es uno de los mejores del mundo. También insiste en que es el jugador más caro de la historia del Bayern gracias a los 19 millones de euros que el club alemán pagó por él al Deportivo. Y, por supuesto, deja claro que él no tiene nada que aprender de nadie.

"Ya no sigo a ningún otro delantero", dice Makaay levantando las cejas; "yo me miro sólo a mí mismo. Cada uno tiene un estilo diferente. A veces, miro la tele, veo a otro punta y pienso: '¿Cómo lo hace?'. Pero hay cosas que no encajan en tu estilo. No hay que probar gestos ajenos. Hay que intentar mejorar tu propio estilo".

El ex goleador del Depor y el Tenerife sabe lo que tiene entre manos. En toda su carrera ha marcado casi 300 goles, cinco de los cuales han terminado en las redes del Madrid. Lo más importante de su oficio, dice, es perfeccionar el dominio de ambas piernas. Primero, para controlar el balón.

"Para mí", dice, "el control es lo más importante. Con un solo toque puedes encontrar el espacio para tirar a gol. Con dos toques, igual el defensa ya tiene ese medio segundo para bloquear el balón. Si controlas bien, tiras bien porque no le das tiempo al portero a colocarse. Sobre todo, hay que procurar que tu desmarque te lleve a controlar cerca de la portería".

"Desde muy joven he intentado controlar y patear con las dos piernas", asegura; "si un central sabe que rematas sólo con la derecha, tapa la derecha y se acabó".

Esta temporada, el Bayern fichó al delantero de moda en Alemania: Podolski. El joven lucha por hacerse un hueco en el equipo que hoy se enfrentará al Madrid. Según Makaay, Podolski es su aprendiz: "Le digo que tiene que mejorar su derecha. Porque tiene una bomba increíble en la izquierda, pero para ser un grande necesita tirar con las dos. Tiene 21 años y mucha presión de la prensa. Si no juega un partido, para la prensa alemana se viene el mundo abajo. En la selección, durante el Mundial, no tenía competencia. Pero en el Bayern ya había tres delanteros que han demostrado su calidad [Santa Cruz, Pizarro y el propio Makaay]. Si quiere jugar, tiene que demostrar que es mejor que, por lo menos, dos de ellos".

Respecto a su compatriota Van Nistelrooy, Makaay dice que los diferencia la táctica, más que otros aspectos: "Ahora, nosotros jugamos más con dos delanteros mientras que el Madrid juega con uno arriba y un media punta. Esto hace que yo me tire más a las bandas que Ruud. Cuando estás solo arriba, no puedes ir a la banda porque el área se queda vacía. Cuando son dos y uno va a la banda, el que va a la banda sabe que puede hacer un uno contra uno porque su centro va a encontrar rematador".

Makaay, en un momento de su conferencia de prensa de ayer en Madrid.
Makaay, en un momento de su conferencia de prensa de ayer en Madrid.ASSOCIATED PRESS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_