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Reportaje:Fútbol | Liga de Campeones: ida de los octavos de final

Dos imperios ante el abismo

El Madrid y el Bayern, en plena zozobra, reeditan uno de los grandes clásicos de la Copa de Europa

José Sámano

Dos imperios en plena zozobra, el crudo y tantas veces indigesto Bayern frente al club más galardonado de la Copa de Europa. Todo un clásico con un largo historial de episodios bélicos al que ambos equipos llegan en una situación volcánica.

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Al Bayern, perdido en la Bundesliga, en la que transita a doce puntos del líder, el Schalke, de nada le ha servido hasta ahora haber repescado a Ottmar Hitzfeld tras despedir del banquillo a Felix Magath. En el Madrid nada ha cambiado, pero la situación no es firme: el crédito de Fabio Capello no es ilimitado. El italiano no se siente totalmente respaldado por los jerarcas de la entidad, en el vestuario no encuentra muchos feligreses y la hinchada está que trina. La situación es tensa y Capello está a disgusto con esa falta de comunión. Se lo ha hecho saber a sus corifeos. El reto con el Bayern destila un tufillo a examen final. Por más que el público de la Copa de Europa, que visita Chamartín con poca frecuencia, sea siempre más bondadoso que el exigente abonado de la Liga.

A falta de argumentos futbolísticos por las dos partes, los duelos entre el Bayern y el Madrid siempre tienen un alto voltaje. El Bayern nunca, ni en sus mejores años, se ha distinguido por ser un equipo muy cosmético. Representa como ningún otro club la apoteosis del fútbol alemán, tantas veces pujante y eficaz con ese juego robotizado que le distingue. El Bayern actual es un equipo fuera de onda. Tan desquiciado como Kahn, su eterno y oxidado portero, que ya ni se distingue por sus bravuconadas. Hoy es un muñeco bajo los palos de un conjunto sin defensa ni imaginación en el medio campo y que ha perdido peso ofensivo.

Pese a tantas carencias, el Bayern, como le sucede al Madrid, es uno de esos equipos que parecen haberse fundado expresamente para la Copa de Europa. Pocos clubes tienen tanto apego a este torneo, en el que son capaces de desplegar toda su mística más allá de su estado de forma. En ocasiones, eliminatorias tan heráldicas suponen un punto de inflexión para el ganador. Falta le haría al Madrid, sometido a un escarnio en Chamartín, donde lleva firmados los peores números de la historia. Es previsible que Capello, que lleva trece años sin levantar un gran título europeo, vuelva a maquillar hoy el equipo titular. En la defensa, la línea que más ha repetido, por la lesión de Sergio Ramos. Y en el medio campo porque el despiste es general. Los extremos -Reyes y Robinho- no despegan y a Raúl el puesto le resulta postizo. En el eje, Emerson no mezcla bien con nadie, Gago ha perdido protagonismo, Guti va y viene y Beckham acaba de ser amnistiado. Si Capello rebobina en la historia madridista, quizá tenga una pista: tradicionalmente, cuando el Madrid ha mimado la pelota, al enérgico Bayern se le ha visto el cartón.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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