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Reckitt tendrá desmantelada en septiembre la planta de Güeñes

El plan de recolocaciones de 140 empleados sigue sin iniciarse

La dirección de Reckitt Benckiser, la multinacional británica que está tramitando el cierre de su factoría en Güeñes, prevé desmontar la planta para septiembre, justo un año después de que anunciara su clausura, con 193 empleados afectados. La compañía culminará en mayo el proceso de despido de los 140 trabajadores, que, según el acuerdo con los sindicatos, deben ser recolocados en otras empresas este año.

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El compromiso entre la dirección y los sindicatos para el cierre de la planta, logrado el pasado 14 de diciembre tras la aceptación de los trabajadores, va cumpliendo las fases. De los 193 empleados de plantilla, 48 se han jubilado anticipadamente con garantías del 80 y el 90% del salario hasta que cumplan los 60 años y un complemento hasta los 65. Los otros cerca de 140 son los que optarán a recolocaciones que busca una empresa especializada en esta labor.

Un portavoz de la firma fabricante de productos de limpieza del hogar y de higiene personal afirmó que la salida de los empleados se está produciendo de forma progresiva, ya que la planta está operando con los pedido pendientes y los productos almacenados. Se prevé que en abril habrán abandonado su puesto la mayoría de los 140. Quedará entonces una quincena, que se dedicará a las gestiones para el cierre de la actividad, y su número se reducirña en mayo a media docena de personas, todas ellas cargos de la empresa. "En septiembre se prevé que la planta esté desmantelada", afirmó el portavoz oficial. Reckitt aprovechará gran parte de la maquinaria y equipos, ya que trasladará la producción de Güeñes a otras plantas que tiene en el Reino Unido, Polonia y Portugal.

El plan de recolocaciones aún no se ha iniciado y la empresa especializada según la misma fuente, deberá hacerlo en un plazo de seis meses, que puede ser prorrogado en otros tres meses. "Todavía no hay ningún trabajador recolocado y siguen los contactos con los inversores", reconoció.

Aunque al principio, tras el anuncio del cierre, se barajó la posibilidad de que hasta tres empresas se ubicasen en los terrenos de Reckitt en Güeñes y aceptaran a parte de sus empleados, ahora no hay ningún acuerdo cerrado. El portavoz de la multinacional afirmó que es posible que ninguna otra compañía ocupe las actuales intalaciones.

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Durante los meses que siguieron al anuncio del cierre, Reckitt aseguró que había hasta siete proyectos industriales para recolocar a sus empleados. Pero el retraso en las negociaciones, según anunció la empresa británica, hizo que se retiraran seis de ellos y sólo se mantuviera el de una planta de plásticos que emplearía a 35 personas. Pero ahora, dos meses después del acuerdo entre los sindicatos y la compañía, todo está en el aire. El pacto entre ambas partes incluía la creación de una comisión de seguimiento del plan de recolocaciones, en el que se analizarán la viabilidad de los proyectos y las condiciones salariales, que serán inferiores a las que tenían en Reckitt.

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