Desalojada la basílica de Montserrat al encontrarse un objeto sospechoso que resultó ser un simple termo
Una termo abandonado en las inmediaciones del monasterio de Montserrat provocó ayer un gran revuelo. El servicio de seguridad del monasterio dudó del envase y dio aviso a los Mossos d'Esquadra, que pusieron en marcha el operativo propio de la desactivación de explosivos. La basílica fue desalojada.
Al mediodía se celebraba la ofrenda de la Flama de la Llengua en el interior de la basílica, acto que iba seguido de un debate en el que, entre otros, participaban el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol y el ex sacerdote independentista, Lluís Maria Xirinachs. Y la peculiaridad de la jornada dio cierto crédito a los primeros que dudaron que el artilugio sospechoso fuera simplemente un termo olvidado en el exterior del templo.
Poco después de las 9.30 horas, los mossos recibieron el aviso de que un objeto sospechoso se encontraba a la entrada. En breve desplazaron a varias patrullas ciudadanas hasta el recinto, mientras el servicio de seguridad del monasterio evacuaba a los visitantes. Los monjes siguieron celebrando la misa con cierta calma, aunque sin fieles. El padre Ignasi Fosas explicaba al mediodía que, a pesar de la movilización, la apariencia del objeto no hacía prever que se tratase de un explosivo. Los mossos, tras el primer despliegue y el acordonamiento de la zona, continuaron con el protocolo del dispositivo hasta que llegaron a Montserrat los agentes del Tedax para comprobar que el termo era eso, un termo. A las doce del mediodía, el operativo se desmontó y Montserrat, que en domingo recibe varios millares de visitantes, recuperó la normalidad.
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