Un ataque suicida causa 15 muertos en un tribunal de Pakistán
Al menos 15 personas, entre ellas un juez, murieron ayer en un atentado suicida en el interior de un tribunal de Quetta, principal ciudad de la provincia paquistaní de Baluchistán. Se trata del sexta ataque terrorista en Pakistán en el último mes, lo que ha reforzado el temor a que se intensifique la ofensiva que están llevando cabo militantes islamistas, favorables a los talibanes y opuestos a la colaboración del presidente Pervez Musharraf en la guerra contra el terrorismo que lleva a cabo Estados Unidos.
Un portavoz del Ministerio del Interior aseguró que 35 personas resultaron heridas en el atentado, agregó el portavoz del Ministerio del Interior, el general Javed Cheema. Un médico del principal hospital civil de Quetta subrayó que 10 heridos se encontraban en un estado "grave". "Sufren quemaduras muy graves", dijo el doctor Ahmed Jan.
El responsable de la policía en esta provincia, Tariq Josa, declaró que se trataba de un atentado suicida. "El kamikaze penetró en la sala del tribunal, se pegó a un muro e hizo estallar la bomba. Hemos encontrado una cabeza separada del cuerpo y pensamos que se trata de la del terrorista", agregó. La televisión local difundió imágenes atroces de policías recogiendo restos humanos sobre un suelo completamente ensangrentado.
El atentado se produjo en el momento en que cientos de personas esperaban dentro o en las proximidades del tribunal, situado en un complejo que alberga igualmente oficinas de la policía en las que se tramitan los permisos de conducir.
Policía asesinado
El primer ministro Shaukat Aziz condenó el atentado. "Matar inocentes va contra el islam y la humanidad. Este crimen no seguirá impune", declaró en Peshawar, donde se encontraba visitando a la familia de un policía asesinado en otro acto terrorista reciente.
Balutchistán, una provincia que tiene fronteras con Afganistán e Irán, padece desde principios del año 2005 una rebelión dirigida por militantes tribales que reclaman una mayor autonomía política y económica. Varios cientos de personas han muerto desde que comenzó la rebelión.
Sin embargo, el alto responsable policial subrayó que el atentado de Quetta había seguido el modus operandi de los otros ataques terroristas que se han producido durante las últimas semanas en otras ciudades del país. A finales de enero, 15 personas murieron en un atentado suicida en Peshawar, capital de otra inestable provincia fronteriza con Afganistán y que durante toda la guerra contra los soviéticos era el centro de operaciones de la resistencia islamista afgana. Dos personas murieron en otro atentado contra el hotel Marriott de Islamabad.
Todos estos ataques han sido reivindicados por militantes protalibanes que se oponen a la guerra contra el terrorismo ordenada por el presidente en las zonas tribales fronterizas con Afganistán.
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