Silicon Valley 2007: innovación en la innovación
El reventón de las 'puntocom' no acabó con Silicon Valley, como tampoco antes acabó al sufrir la crisis aeronáutica
SILICON VALLEY ACABA DE descubrir con un comprensible suspiro de alivio que sigue siendo la capital mundial de la innovación para las tecnologías de la innovación y la comunicación, según un informe producido allí mismo.
El valle del sur de San Francisco ocupa el primer lugar en proporción de personas empleadas en las TIC, delante de Austin (Texas) y de Singapur. También es primera en capital de riesgo por habitante, pero apenas es cuarta en el registro de patentes por persona.
"Nos hemos reinventado por quinta o sexta vez desde los años cincuenta. El capital riesgo llega a la energía renovable y a las tecnologías verdes"
Un 55% de los empleos científicos y tecnológicos están ocupados por gente nacida fuera. Un 48% de la población habla en casa una lengua diferente al inglés
Publicado el 27 de enero, el Índice de la Silicon Valley de Joint Venture: Silicon Valley Network revela que la creación de empleos retomó su curso (el desempleo era de 4,2% en diciembre, menos que el mes anterior y que el año anterior). La productividad aumentó en un 4,1% en el último año (1,9% para EE UU). La región sigue atrayendo a cerca del 30% del capital riesgo de todo el país.
Las sombras no faltan. Son sociales y tienen que ver esencialmente con el coste de la vida y el nivel poco satisfactorio de la educación. El porcentaje de familias en condiciones de comprar una casa de precio medio bajó de un 31% a un 26% en un año. El número de diplomados en las high-schools bajó un 3%.
El elemento más importante es la creciente apertura de la región al mundo. Con un 36% de residentes nacidos en el extranjero, San José pasó delante de Los Ángeles como segunda ciudad más cosmopolita de EE UU (detrás de Miami).
Un 55% de los empleos científicos y tecnológicos están ocupados por gente nacida fuera. Un 48% de la población local habla en casa un idioma diferente al inglés.
Los nuevos emprendedores inmigrantes de América, un estudio de investigadores de las universidades de Duke y California-Berkeley muestra que un 52% de las start-ups de Silicon Valley cuentan con, por lo menos, un inmigrante entre sus fundadores más relevantes (25% a nivel nacional). Las patentes depositadas por equipos mixtos (gente del valle y extranjeros, en particular de India, China, Italia, Hong Kong, Finlandia y Taiwán) fueron seis veces más numerosas en 2005 que en 1993.
La paradoja de la distribución cada vez más global de la innovación es apenas aparente. El lugar en el que uno está sigue siendo determinante para los capitalistas de riesgo. Algo que los viejos de Sand Hill Road (la calle donde se asientan las sociedades de capital riesgo) llaman la regla de los 20 minutos: no hay dinero para start-ups que se encuentran a más de 20 minutos en coche de las oficinas de la firma.
Otro cambio: Silicon Valley se está interesando en la tecnología verde. Las inversiones en este campo (muy débil hace poco) han crecido en un 929% durante los dos últimos años. Sorpresa. El presidente Bush acaba de contribuir a esa evolución en su reciente discurso sobre el Estado de la Unión durante el cual fijó como objetivo una reducción en un 20% del consumo de gasolina antes del año 2020 y la multiplicación por cinco de las fuentes de energía alternativa. Hasta la fecha proponía cavar más pozos en Alaska. Esa parte del discurso llamó la atención de esta región, en la cual la cultura pacifista de los años setenta sigue siendo muy viva, pero en la que una parte esencial del dinero utilizado en la innovación proviene del Pentágono, la CIA o del Homeland Security.
"Mi esperanza, compartida por muchos en el sector green-tech, es que la tecnología resuelve algunos de nuestros intratables problemas de seguridad nacional en el futuro", escribió Dean Takahashi, columnista del San Jose Mercury.
"Nos hemos reinventado a nosotros mismos por quinta o sexta vez desde los años cincuenta. El capital riesgo llega a campos prometedores, como la energía renovable y las tecnologías verdes. Nuestra innovación ha aportado la web 2.0 y otras formas nuevas de medios", declaró Russell Hancock, presidente de Joint Ventures Silicon Valley, al presentar su informe. También celebró el paso de una era manufacturera a una economía de las ideas y de la creatividad que, según él, caracteriza a Silicon Valley.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.