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Once de los doce policías locales piden la baja por enfermedad a la vez en Almàssera

Los agentes, sin derecho a huelga, abandonan el servicio para conseguir mejoras retributivas

Ignacio Zafra

Una plaga de dolores de espalda, catarros y tendinitis ha dejado desierto el retén de la Policía Local en Almàssera. En las últimas dos semanas, uno tras otro, 11 de los 12 agentes de la plantilla se han tomado la baja por enfermedad. El Ayuntamiento, cuyo alcalde también se recupera de una operación, se ha visto obligado a pedir la ayuda de la Guardia Civil para garantizar la seguridad del pueblo, de 7.000 habitantes, situado a ocho kilómetros de Valencia. La epidemia parece en realidad la medida de presión de un cuerpo sin derecho a huelga; los agentes dicen ser los peor pagados de la comarca.

"Total, por 100 euros, mañana me pido el alta voluntaria", afirma la alcaldesa que le dijeron

"Los compañeros están de baja por enfermedades que, si estás a gusto en el trabajo, los vas aguantando. Un dolor en el brazo, problemas de cervicales...". La cuestión, reconocía ayer uno de los policías, es que no trabajan a gusto.

Al frente del Ayuntamiento, gobernado por ex miembros de Unió Valenciana y del Partido Popular, se encuentra Concha Ribes, ama de casa y alcaldesa accidental, que no oculta que el conflicto la ha superado: "No se puede coaccionar de la manera que lo están haciendo. La satisfacción que tengo es que los vecinos nos apoyan. Y ya nos han dicho que si hace falta saldrán ellos a vigilar la calles".

Ribes tenía ayer dos faxes sobre la mesa. En uno, la subdelegación del Gobierno le contestaba que el asunto era competencia de la Consejería de Justicia, Interior y Administraciones Públicas. En el otro, la consejería afirmaba que el tema era sin lugar a dudas cosa de la subdelegación del Gobierno. Mientras, los agentes de la Guardia Civil del cercano cuartel de Tavernes Blanques, se hacían cargo de la seguridad, reforzando su vigilancia normal del pueblo ante "un problema puntual en la demarcación de la unidad".

La medida de fuerza de los agentes ha sentado muy mal en el equipo de gobierno municipal. Y tampoco ha sentado bien en la oposición, el PSPV, cuyo cabeza de lista, Antonio Cazalilla, considera que "no es la mejor manera de plantear reivindicaciones". "Otra cosa", añade el concejal, "es si se tenía que haber llegado a este punto".

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Los policías lo ven de otra forma. Según uno de ellos, que prefiere no dar su nombre, el responsable del conflicto es el alcalde, Enric Ramos, de baja por una operación. "Llevamos tres meses pidiéndole a través de los sindicatos que nos reciba, y siempre ha dicho que no". El agente añade que el cuerpo trabaja con "falta de medios", sin primas por "nocturnidad", "peligrosidad" ni "penosidad", con una plantilla escasa y por menos dinero que el de cualquier otro pueblo de la comarca de L'Horta Nord.

El salario de un policía local en Almàssera ronda los 1.280 euros netos al mes; 400 menos que en Tavernes Blanques; 500 menos que en Alboraia y 300 menos que en Bonrepòs i Mirambell, que no llega a la mitad de habitantes de Almàssera, según los agentes.

Además de la cuestión económica, los policías también reprochan al alcalde que se niegue a concederles comisiones de servicio para marcharse a trabajar a otras poblaciones. "Lo mejor cuando hay mal ambiente es irse, ¿no? Pues aquí no", dice uno de ellos. "Son cosas que se van acumulando".

La Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado prohíbe a los policías, incluidos los locales, declararse en huelga o adoptar "acciones sustitutorias" de la huelga.

La alcaldesa provisional anunció ayer que ya ha pedido explicaciones a Muvale, la mutua que ha firmado las bajas de todos los agentes. Ribes afirma, aunque no lo puede demostrar, que uno de los policías le dijo: "Total, por 100 euros (de paga por productividad), mañana me pido el alta voluntaria".

Entre tanto, el Consistorio ha contratado de forma interina a un nuevo agente de la bolsa de trabajo. El cual, resulta comprensible, no quería hacer ayer ninguna declaración.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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