Eto'o regatea a Rijkaard

Samuel Eto'o dejó perplejos a sus compañeros el domingo cuando se negó a jugar los siete últimos minutos del partido contra el Racing (2-0). El delantero del Barça consideró un desaire que el técnico le concediera un espacio de tiempo tan corto. Fue el propio Frank Rijkaard, siempre prudente, quien reveló al final del encuentro que el camerunés no había querido salir al campo, pero pidió prudencia porque, dijo, antes de sacar conclusiones debían hablar. Pero el delantero, que acaba de salir de una grave lesión, ni dio explicaciones al entrenador ni se las dio a sus compañeros. Es más: ayer no apareció por el campo de La Masia y se quedó en el gimnasio haciendo trabajos de musculación porque, según contó a tres de sus compañeros, le dolía una rodilla. En todo caso, parece ser consciente de su error.

Éste es el episodio más grave de indisciplina que afronta Rijkaard desde que llegó al Barça, en 2003. Y es el más grave porque casi no los ha habido en cuatro años. Al menos, no han trascendido, salvo la queja aislada de algún jugador en su primer año (Quaresma, Rustu) y el retraso de dos días en volver de las últimas vacaciones navideñas de Ronaldinho y Deco. Rijkaard es un maestro dominando un vestuario que ha sido balsámico. Dialogante, comprensivo y flexible, huye de los castigos y de la disciplina militar porque no cree en ellos. El holandés ha protegido a los jugadores a costa de que le acusaran de falta de autoridad -no creyó oportuno sancionar a Deco y Ronaldinho- y por eso es significativo que delatara a Eto'o. Y lo hizo por dos razones: primero, porque está dolido y considera intolerable no salir a jugar; segundo, porque el episodio fue visto por parte del público, miembros del equipo y las cámaras y no podía ocultarlo.

En el otro extremo está la enorme decepción de Eto'o, que se sintió engañado porque confiaba en jugar unos 20 minutos. El camerunés había imaginado que la cita ante el Racing sería su gran día y acabó siendo un fiasco. Desde hace semanas, ese partido estaba rodeado con un círculo en rojo en su calendario porque era el escogido por el jugador para reaparecer tras casi cinco meses de lesión. Pero, tras empezar a entrenarse, forzó la máquina y quiso jugar en Pamplona.

Aquel día jugó cinco minutos tras demorar su salida al césped. No importaba: llegaba el Racing. Rijkaard ya avisó que ni él ni Messi, que también reaparecían, podían actuar 90 minutos. Y el Barça empezó a jugar bien por primera vez en tiempo. La secuencia fue la siguiente: salió a calentarse Messi y entonces Ronaldinho marcó un golazo de falta. Metió Ronaldinho el segundo y entró en el campo Messi en el minuto 66. Eto'o se desilusionó porque le insinuaron después del partido ante Osasuna que jugaría 20 minutos. En el 70, Eto'o, junto a Gio y Oleguer, salió a calentarse. La afición disfrutaba con el juego y el título de baloncesto, pero Eto'o ya estaba nervioso. Las cámaras revelan cómo le preguntó a Albert Roca, preparador físico, cuándo le tocaba a él. Rijkaard dio la orden en el minuto 83, pero Eto'o transmitió a Eusebio, el segundo técnico, que para ese tiempo ya no salía a la cancha. Y Eusebio, sentado junto a Rijkaard, le dio a este la noticia: "Samu no quiere salir", antes de preguntar al técnico: "¿Sale Oleguer por Belletti?".

"¿Por qué no ha jugado Eto'o?", repitió Rijkaard después; "no lo sé. Es una lástima: todos los minutos que juegue son importantes para él". El holandés, esta vez, ya no le cubrió, a diferencia de lo que sucedió en la vuelta de la final de la Supercopa, ante el Espanyol. Eto'o fue titular y Rijkaard anunció que no saldría en la segunda parte mientras aquél se duchaba. Cuando empezó a vestirse y Belletti le alertó -"¿qué haces?; si ahora no juegas..."- cogió un enorme enfado y abandonó el campo. No aparece en la foto del equipo campeón.

El incidente ha sido acogido con pesar en el club, que acababa de vivir el caso Oleguer y ahora afronta otro. El Barça hoy hace fiesta y Eto'o, consciente de su error, confía en que el episodio no trascienda a mayores y que Rijkaard sea comprensivo. El africano acudirá hoy a un acto a Vilafranca y es posible que dé su versión. Se supone que mañana hablará con el técnico. El vestuario, por boca de Saviola, Messi y Víctor Valdés, promovió la conciliación. "Hoy no es el día para las explicaciones, es para analizar otras cosas. Quiero que Eto'o se recupere lo antes posible porque es el mejor del mundo. Tiene carácter y ansias de jugar mucho y es normal, pero debe ir poco a poco", dijo el portero.

Eto'o sigue sin dar explicaciones de lo ocurrido