La institución académica actúa como promotora
La construcción del campus dels Tarongers, situado enfrente del campus de Vera de la Politécnica de Valencia, arranca a principios de la década de los años noventa con la aprobación de un Plan Especial sobre una superficie del orden de 400.000 metros cuadrados. Del total de dicha superficie, aproximadamente 250.000 metros cuadrados corresponden al conjunto de viales y zonas verdes que la Universitat, como "promotora" urbanística, debe acondicionar, explica el vicerrector Aurelio Beltrán.
Es decir, la Universitat "construye ciudad" en tanto que adquiere el suelo y lo urbaniza, lo que ya se ha hecho en gran medida, antes de cederlo al Ayuntamiento. La explicación de que este campus -en el que se han producido "botellones" y denunciado episodios de inseguridad cuando cae la noche y cesa la actividad docente- no esté vallado, en contraste con el vecino de Vera, radica en su naturaleza: se trata de calles municipales.
Sobre los 150.000 metros cuadrados edificables se ha actuado hasta ahora, fundamentalmente, en la zona norte del campus, la de la avenida dels Tarongers. En esta zona, de este a oeste, el primer elemento que se encuentra es el aparcamiento en superficie de vehículos -más de 600 plazas- que está contiguo a los espacios deportivos del campus. Estos ocupan una superficie aproximada de 26.000 metros cuadrados, sobre los que se han construido las instalaciones del Servei d'Educació Física i Esports.
El núcleo más importante del campus en estos momentos es el constituido por los edificios departamentales de las Facultades de Economía, Derecho y, provisionalmente, Ciencias Sociales, los aularios en que se imparte la docencia de las titulaciones adscritas a dichos centros y la biblioteca de Ciencias Sociales Gregori Mayans. Ocupan una superficie total de aproximadamente 30.000 metros cuadrados sobre una parcela de 48.000 metros. La superficie construida es del orden de 48.000 metros de aularios, 50.000 metros de espacios departamentales y 22.000 metros de biblioteca.
A ritmo de financiación
El proyecto inicial del campus de Tarongers se ha ido materializando de forma intermitente. "Lo deseable, por muchas razones, era haber actuado de manera continua, pero construimos a medida que contamos con financiación", afirma el vicerrector Beltrán.
Su escasez explica que buena parte de los edificios vayan a realizarse con la fórmula de concesión de obra pública, algo poco agradable para las universidades. Beltrán explica el por qué de su uso: "Es muy complicado invertir en servicios que no son funciones fundamentales de la Universitat cuando nos falta construir Magisterio, la Facultad de Ciencias Sociales o la Escuela Técnica Superior de Ingeniería".
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