"El silencio es la victoria de los extremistas"
El diario francés Libération publicó el lunes una carta de numerosos intelectuales y organizaciones defensoras de los derechos humanos en la que expresan su apoyo al semanario Charlie Hebdo. La carta, que reproducimos en gran medida, critica duramente el proceso iniciado ayer y la persecución judicial de una revista de reconocida trayectoria satírica, liberal, demócrata y laica, características que la llevaron a publicar las caricaturas sobre Mahoma del diario danés Jyllands-Posten.
Dice la carta que "en un contexto donde los integristas amenazan de muerte a cualquiera que ose apoyar a los periódicos y al país tomados como objetivos, la revista ha elegido permanecer fiel a su tradición de libertad de expresión frente a todas las religiones y sus símbolos: el Papa como Jesús o Mahoma". "Lo hizo", continúa, "al poner los 12 dibujos a disposición del público, para que se hiciera una opinión por sí mismo. Por solidaridad con Jacques Lefranc, redactor jefe de France-Soir, que acababa de ser despedido por haber tenido ese coraje. Porque si todos los diarios de Europa se hubieran plegado a esa conminación, su silencio habría firmado la victoria de los extremistas".
En un tono que revela la desilusión y el malestar que despierta en los firmantes el hecho de que se hayan unido contra el semanario organizaciones musulmanas de muy distinto grado de tolerancia -desde tradicionales, como la de la Mezquita de París, a integristas e incluso una extremista wahabí saudí (la Liga Islámica Mundial)-, la misiva arremete contra el uso manipulador de las leyes antirracistas para "añadir a la intimidación una amenaza judicial" y denunciar a Charlie Hebdo por "injurias públicas hacia un grupo de personas en razón de su religión".
Destaca que especialmente son dos caricaturas las que están en el punto de mira: "la que muestra a Mahoma con una bomba en su turbante y otra en la que Mahoma frena a un grupo de kamikazes con esta frase: 'Parar, se han acabado las vírgenes". Los intelectuales dicen no entender como se puede también perseguir por "injurias" una portada en la que se representa a un Mahoma desbordado por integristas, a los que desautoriza ("es duro ser amado por capullos"), cuando lo que Cabu pretende con ella es "precisamente mostrar a un Mahoma que no se solidariza con los integristas".
Esto, según la carta, desata la "confusión", sobre todo porque la demanda se realiza contra "un periódico que combate desde siempre tanto el racismo como el integrismo". Y añade: "Nosotros rechazamos esta amalgama, facilitada por la utilización abusiva de la palabra islamofobia, consistente en confundir la crítica legítima del extremismo y el terrorismo que instrumentaliza los símbolos del islam con el racismo hacia individuos de religión musulmana".
"Algunas personas nos dicen hoy que el contexto geopolítico debería incitar a la prudencia, es decir, al silencio. Muy al contrario. La libertad de expresión y la laicidad necesitan reafirmarse más que nunca. Los que resisten al integrismo no tienen más que la pluma y el lápiz para hacer frente a las amenazas. Los demócratas del mundo entero, y en concreto los musulmanes, esperan encontrar en Europa, y en particular en Francia, un remanso laico donde su palabra no sea obstaculizada ni por la dictadura ni por el integrismo.
Si Charlie Hebdo es condenado, si la autocensura generalizada hiciera jurisprudencia, perderíamos todos ese espacio común de resistencia y de libertad. Por estas razones apoyamos a Charlie Hebdo y el derecho de continuar criticando todas las religiones sin excepción", reza la misiva.
La carta está firmada entre otros por la escritoraTaslima Nasrin; el secretario general de la Asociación de Musulmanes Demócratas Daneses, Ibrahim Ramadan; Claude Lanzmann y el comité de redacción de Temps Modernes; el filósofo Bernard-Henri Lévy y otros.
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