Los presidentes de cajas que no cobren sueldo podrán aumentar sus dietas hasta un 50%

El Gobierno catalán ha dejado manos libres a las cajas de ahorros para que permitan a sus respectivos presidentes cobrar o no un sueldo, y también para que decidan cuánto cobrarán sus consejeros en concepto de dietas. Sin embargo, es una libertad limitada: habrá unas reglas de juego. La Generalitat ha enviado al sector una orden de obligado cumplimiento en la que regula por primera vez en qué casos podrán cobrar dietas los consejeros. La circular permite que los presidentes de cajas que no cobren sueldo puedan percibir hasta el 50% más de dietas que los consejeros de su entidad.

En las cajas de ahorros, cualquier pequeño cambio es una minirrevolución. El año pasado, cuando el consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells, reformó la normativa catalana que regula el sector, introdujo, entre otros, un cambio vistoso: la posibilidad de que el cargo de presidente fuera retribuido.

Fue la ruptura de un tabú, ya que, a diferencia de lo que ocurre en otras comunidades autónomas, en Cataluña los presidentes de cajas no cobran por serlo. ¿Por qué? Todo se explica por el hecho de que el poder ejecutivo y la gestión diaria de la caja están en manos del director general. La figura del presidente, cuyas funciones se han regulado ahora por primera vez para compensar sus funciones con las del director general, tiene que ver con las tareas de representación de la caja.

El cambio normativo introduce el factor dedicación. La Generalitat opina que si hay presidentes de cajas que se pasan el día en ellas, tiene más sentido que cobren de la propia caja que de otras empresas, como ocurre hoy.

Así lo han asumido 5 de las 10 cajas catalanas. La mayor de ellas, La Caixa, retribuirá a su presidente, actualmente Ricard Fornesa, con una cuantía equivalente por lo menos al 50% de lo que percibe el director general, Isidre Fainé, si tiene dedicación exclusiva. Y Fornesa ha dicho públicamente que "se pasa el día aquí", en alusión a la entidad. Otras cuatro cajas (Caixa Catalunya, Caixa Manresa, Caixa Girona y Caixa Sabadell) también han acordado en asamblea convertir el cargo en remunerado.

Dieta más sueldo

De acuerdo con la nueva orden enviada al sector por Castells hace escasos días, los presidentes que cobren un sueldo no dejarán de percibir las dietas que les corresponden en tanto que consejeros de la caja. En su caso, las dietas serán iguales que las de los demás consejeros. Las dietas las fijará cada caja, aunque luego requerirán el visto bueno de la Generalitat, al igual que el sueldo del presidente. Sin embargo, en el caso de los presidentes de cajas sin sueldo, las dietas del presidente podrán ser hasta el 50% más elevadas que las del resto de consejeros de su caja.

De ahí que las cajas, hayan o no optado por remunerar el cargo de presidente, estén esperando la nueva orden para fijar el sueldo preciso. La circular remitida ahora al sector no habla específicamente del sueldo del presidente, pero acaba afectándole. "A la hora de decidir cuáles son las dietas de los consejeros, las cajas deben tener en cuenta si el presidente cobra o no", explican fuentes de Economía, que describen la orden como "intervencionismo inteligente".

Esta circular fija unas "reglas de juego" sobre las dietas. En esencia, en qué casos pueden ser percibidas. Hasta ahora, la Generalitat iba más allá y establecía un mínimo y un máximo a las dietas de los consejeros, que en la práctica en la mayoría de casos rondaban los 600 euros por reunión.

Ahora, se deja manos libres a las cajas para que fijen dichas dietas -cada una, su propia cuantía-. Sin embargo, se acotará a las entidades a pagar dietas sólo por asistir a una reunión de cualquiera de sus órganos colegiados: de la asamblea general al consejo de administración, pasando por comisiones de control o de Obra Social. No se trata de que las cajas abusaran de la falta de precisiones que había hasta ahora, pero en algún caso aislado Economía sí había detectado que se percibían dietas por asistir a reuniones fuera de la caja con representantes de otras entidades, o incluso por alguna presentación de un libro.

Lo que no ha cambiado es el tope máximo de consejos en los que una misma persona puede tener presencia (tres). Este tope no se aplica si se trata de empresas participadas por la misma caja. Tampoco computan los consejos de las empresas radicadas fuera de España.