Un general chií dirigirá el mando central en Bagdad

El general iraquí Abud Gambar, un chií que combatió contra las tropas estadounidenses en la guerra del Golfo, en 1991, estará al frente del nuevo mando central conjunto constituido ayer en Bagdad para combatir las milicias y poner fin a la violencia sectaria, que se ceba especialmente con la capital iraquí.

Ayer mismo, tres coches bomba mataron a 24 personas. Uno de ellos explotó en una gasolinera en el barrio mixto de Saidiya, y causó 10 muertos. Otro en un garaje, con ocho muertos, y el tercero estalló cerca de un hospital infantil, en la plaza Andalus, matando a seis viandantes.

El incremento de la violencia, que este fin de semana dejó 135 muertos en la capital y que amenaza la continuidad del propio Gobierno iraquí, llevó ayer a Tariq Hashimi, vicepresidente suní, a pedir a EE UU que acelere el despliegue de tropas.

De momento, las expectativas están puestas en el comando central conjunto de Bagdad, cuyo objetivo es "limpiar" de milicianos y de armas los barrios capitalinos. Se trata del tercer intento de pacificar Bagdad desde la llegada al poder del primer ministro, Nuri al Maliki, en mayo pasado. Las dos ofensivas anteriores fracasaron por la falta de tropas iraquíes para mantener las posiciones ganadas, y por la resistencia de los políticos chiíes a actuar contra sus propias milicias.

Esta nueva operación es mucho más ambiciosa. Los soldados estadounidenses se quedarán de forma permanente, junto a los iraquíes, en "estaciones de seguridad" repartidas en nueve distritos, una vez que hayan sido liberados de milicias. Los mandos militares no han especificado el número de efectivos que integrarán el comando ni las fases del despliegue.

Por otra parte, el presidente de Siria, Bachar el Asad, dijo ayer que está dispuesto a mediar en el conflicto de Irak con el apoyo de EE UU y otros Estados de la región para acabar con la violencia sectaria.