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Entrevista:JOAN CLOS | Ministro de Industria, Turismo y Comercio

"Tengo un motor de combustión interna"

Con 57 años y dos hijos, es buen conversador y ríe bastante, aunque en el mismo tono moderado que su charla. Le gusta navegar, aunque apenas sabe nadar, y pilotar avionetas. Lee ensayo e historias epidemiológicas, que encuentra muy entretenidas. Le encanta ir al mercado a ver las lechugas y la fruta, pese a que se reconoce "urbanita converso".

Pregunta. Lo primero que ha hecho como ministro es subirnos la luz. ¿Le parece bonito?

Respuesta. Nada, la inflación. En este país la luz es barata. Sube el precio del petróleo y nos tenemos que acostumbrar a que la energía es un recurso limitado.

P. Tomó posesión como ministro de "Justicia". ¿Quería echar ya a López Aguilar?

R. Fue un lapsus linguae [ríe]. Le miré, porque somos amiguetes de hace tiempo, y se me coló el nombre de Justicia.

P. Energía, telecos, política industrial. ¿Sabe de todo eso?

R. No, pero hay equipos que saben de todo, gente muy preparada.

P. ¿A usted le hacen rebaja o paga las facturas del teléfono y de la luz?

R. Siempre las he pagado y las continuaré pagando. No me perdonan nada.

P. ¿Relevar a Montilla tiene tela?

R. Es una responsabilidad muy importante, porque lo ha hecho muy bien. Continuaremos trabajando para hacerlo bien.

P. ¿Usted tiene algún déficit de tarifa?

R. Hombre, algún agujerillo tengo en la economía familiar, algunas deudas y alguna hipoteca, pero déficit tarifario, no.

P. ¿Y se encuentra con energía renovable?

R. Sí, ¿ve? Esto sí. Hay energía. No sé si es eólica o biomasa, o si es verde; pero es renovada.

P. Nunca nuclear.

R. No. Ya ha visto que este tema lo he evitado.

P. ¿Qué le enciende la bombilla?

R. Las ganas de hacer las cosas. Y si puede ser bien, mejor.

P. ¿Funciona mejor a pilas o enchufado a la red?

R. Me parece que tengo un motor de combustión interna.

P. ¿Es un iluminado?

R. No. Vengo de payés.

P. ¿Lo que pueda saber de turismo lo aprendió persiguiendo suecas por la Costa Brava?

R. No, no. La playa no era mi fuerte. Alguna vez fui, ¿eh? Fuimos dos desde Granollers, con una Impala 125, a una discoteca de Playa de Aro. Pero yo salía del internado y no iba bien preparado para esos lances.

P. Estudió en los salesianos. ¿Se quedó así desde entonces?

R. Yo creo que sí. Me influyeron bastante, porque estuve interno desde los 9 a los 17. Creo que me enseñaron a resistir: tenacidad.

P. Aparte de ser alcalde de Barcelona, presidió el zoológico. ¿Buscando votos?

R. A veces, entre las familias que iban allí. Pero si se refiere a dentro de las jaulas, no. Les hablé alguna vez, pero vi en su mirada que no me seguían. Me dirigía especialmente a los osos blancos.

P. ¿Qué le ha llamado más la atención del Consejo de Ministros?

R. Que metodológicamente tiene solemnidad. Es solemne.

P. ¿A sus compañeros lo que más les choca de usted es que sea anticorbata impenitente?

R. Bueno, como es tan solemne, algunas de estas pequeñas transgresiones sorprenden.

P. ¿Quién es el que lleva los deberes mejor hechos?

R. Espero no romper ningún secreto del Consejo de Ministros: yo creo que Juan Fernando. Es muy aplicado.

P. Usted es médico. ¿Qué recetaría a Zapatero?

R. Nada, porque está bien. Una de las cosas más importantes de la medicina es no sobrerrecetar.

P. ¿Qué jarabe le daría a Rajoy?

R. Un tranquilizante, para que se calme un poco. Para que le baje un poco la temperatura.

P. Dígame, como anestesista: ¿para dormir sería más eficaz el cloroformo o un discurso suyo?

R. Depende. Para cada metodología hay candidatos. Cloroformo podría ponerle a Pujalte. Y mi discurso, muy efectivo para anestesiar, aplicárselo al portavoz de Industria del PP en el Congreso, Castelló, que se pone nervioso con mis intervenciones.

P. ¿En qué consiste para usted una juerga?

R. En reunirnos cuatro o cinco parejas de amigos y cenar y charlar hasta las cinco de la mañana.

P. Le gusta pisar el acelerador. ¿Le han quitado ya algún punto o tiene enchufe con Rubalcaba?

R. Aún no. Estoy aquí con los dedos cruzados, porque tengo una cierta propensión a correr. Yo empecé a conducir a los 12 años en casa, por los campos, con un tractor.

P. Siempre recuerda que es hijo de payés.

R. Sí, pero yo no quería cavar, como mi padre y mis hermanos. Prefería estar sentado en un despacho. Y, sobre todo, pensar. Pensar mucho.

P. Puestos así, mejor ser ministro.

R. Sí. O ser médico.

El ministro Clos, gran amante de la fruta y visitador de mercados. Dice que los membrillos le recuerdan su infancia.
El ministro Clos, gran amante de la fruta y visitador de mercados. Dice que los membrillos le recuerdan su infancia.ULY MARTÍN

PERFIL

Con 57 años y dos hijos, es buen conversador y ríe bastante, aunque en el mismo tono moderado que su charla. Le gusta navegar, aunque apenas sabe nadar, y pilotar avionetas. Lee ensayo e historias epidemiológicas, que encuentra muy entretenidas. Le encanta ir al mercado a ver las lechugas y la fruta, pese a que se reconoce "urbanita converso".

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