Tecnológicamente deficientes

A la economía le falta peso tecnológico. España sólo invierte un 1,7% de su PIB en tecnologías de la información (TIC), cuando la media de la UE es el 3,03%. La influencia de las TIC en la productividad y la rentabilidad empresarial es cada vez más evidente, pero España no sólo consume poco, sino que, además, produce todavía menos: las importaciones de tecnología quintuplican a las exportaciones. Y no paran de crecer.

España invierte en esta área un 1,7% de su PIB, mientras que la media de la Unión Europea es del 3,03% y, en Suecia, la cifra sube al 4,43%

La correlación directa entre la inversión en tecnologías de la información y el incremento de la productividad y la competitividad es un hecho contrastado, vista la positiva evolución de todos estos indicadores en la economía estadounidense desde los años noventa. Hay, además, una relación directa entre el desarrollo de la sociedad de la información y el PIB per cápita. Según los datos del indicador e-Readiness que elabora el semanario británico The Economist, los países más productivos de los últimos diez años (Estados Unidos y los países nórdicos) son también los más desarrollados tecnológicamente.

En el caso español, y a pesar de reiterados análisis de académicos, los centenares de datos e indicadores disponibles y los sucesivos planes dinamizadores de las administraciones públicas, los últimos datos indican que las cosas están lejos de mejorar.

El último informe que lo corrobora se ha presentado esta semana. Es la edición de 2006 del estudio La sociedad de la información en España, que edita la Fundación Telefónica desde hace siete años. En él se demuestra que la influencia de la inversión en tecnologías no sólo tiene impacto a nivel macroeconómico, sino también en los resultados de las empresas.

Un estudio de la patronal Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España (AETIC), recogido en este informe, analiza la relación entre la rentabilidad empresarial, medida por el ROCE (retorno del capital invertido), y el uso de las tecnologías en distintos sectores empresariales. El indicador demuestra esa relación (véase gráfico), particularmente en el sector financiero y los seguros.

Sin embargo, el gasto español en tecnologías de la información es muy inferior al del resto de los países desarrollados. España invierte en esta área un 1,7% de su PIB (producto interior bruto), mientras que la media de la UE es del 3,03% y, en los Quince, del 3,07%. Hay países aún más alejados, como Suecia (4,43%), Estados Unidos (3,95%) y Japón (3,44%).

Sector deficitario

El problema del escaso gasto en tecnología no se refleja sólo en la competitividad de la economía y la productividad de las empresas españolas. La pujanza de los sectores tecnológicos estadounidense, japonés y del norte de Europa es una de las causas, precisamente, de que el español sea cada vez más deficitario.

El sector tecnológico tenía en 2005 una facturación total en España (como suma del mercado interior bruto y las exportaciones) de 15.500 millones de euros, un 8% más que en el año anterior. Pero el crecimiento del sector está impulsado por el crecimiento de las importaciones. En España se compra cinco veces más tecnología extranjera de lo que la industria española puede vender fuera (5.758 millones de euros frente a 1.107 millones) y, además, las importaciones crecen, mientras que las exportaciones están por debajo de las cifras registradas en la pasada década y sólo ligeramente por encima de las de 2003 y 2004.

En España se importan principalmente equipos (hardware) fabricados en el este asiático, y programas desarrollados en Estados Unidos y Europa. Se exporta, sobre todo, a América Latina y Europa, y principalmente equipos (aunque esta área está en descenso, mientras que aumentan las exportaciones de software y servicios).

Respecto al empleo en este sector, su crecimiento y especialización es medida también de su desarrollo. En España, y según destaca el informe, la plantilla de las empresas de tecnologías de la información se ha mantenido relativamente estable durante los últimos años y, en la actualidad ronda las 200.000 personas, repartidas casi a partes iguales. Por áreas es la de producción de software la que emplea a un mayor número de profesionales (33.917), por delante de comercial y marketing (12.439), mantenimiento (9.577) y financiero y administrativo (8.523). En todo caso, las áreas más dinámicas durante ese año 2005 han sido las de investigación y desarrollo (5.902 contratados frente a los 4.592 del año anterior, un crecimiento del 28,5%) y multimedia (5.599 frente a 4.545; 23,2%).