Eto'o se calza las botas
El delantero recibe el alta tras más de cuatro meses de baja y viaja con el Barça a Pamplona
El viernes, en un partidillo en el Miniestadi, Eto'o pareció comerse la hierba. Y, cómo no, fue él quien marcó el último gol que le dio la victoria a su equipo. Medio centenar de entusiastas aficionados no cesaron de aplaudirle y animarle viendo en él, seguramente, al futuro redentor de un Barça ahora muy tierno. Motivado siempre al cien por cien en los ensayos, haga frío o calor, y con una voracidad sin límites, Eto'o se sentía bien, sin dolor ya en la rodilla que le operaron en septiembre y ayer recibió el alta de los servicios médicos. Frank Rijkaard, el técnico del Barça, decidió entonces dar un paso adelante y avanzar una semana todos los planes previstos. El técnico incluyó al delantero camerunés en la convocatoria para jugar esta noche en Pamplona. No será titular Eto'o pero tiene la posibilidad de jugar unos minutos.
"Es una buena noticia. Viaja para jugar, no sé cuánto, y hacer piña", dice el técnico azulgrana
"Es una buena noticia para nosotros", resumió el entrenador holandés, especialmente radiante ayer cuando compareció ante los periodistas antes de tomar el avión. No había calculado poder contar con el africano para el difícil partido de hoy en el Reyno de Navarra porque el programa inicial pasaba porque regresara, junto a Messi, que ayer ya se entrenó con sus compañeros, la próxima jornada ante el Racing. Pero al final se ha cumplido el plan de Eto'o: estaba seguro de que podría volver antes de los cinco meses de baja que le diagnosticaron los médicos tras la intervención médica y gracias a su trabajo, y a su organismo, que ha facilitado la recuperación, lo ha acortado a cuatro meses y una semana.
"¿Está ya para jugar Eto'o o solo lo cita para hacer piña?", le planteó un periodista al entrenador. "Está para las dos cosas. Para hacer grupo y para que juegue. Es demasiado pronto para que juegue un partido completo pero tiene el alta médica y puede jugar, aunque no sé cuántos minutos o cuántos cuartos". Pero más allá del tiempo que juegue, Rijkaard subrayó lo bien que va la convocatoria de Eto'o para "la moral" de la plantilla, tocada en su estado de ánimo tras el desencanto de la derrota en el partido de ida de los cuartos de final de Copa ante el Zaragoza (0-1) porque el Barça empezó bien y acabó fatal. La afición presenció la impotencia de los azulgrana y seguramente también lo vio Eto'o, que siguió aquel choque bajo la lluvia desde el palco, acompañado de su amigo el ex directivo Alejandro Echevarría. Eto'o avisó que no arriesgaría su rodilla por tres días y no lo hace. El parte médico sostiene: "Tras la valoración realizada por los doctores y los técnicos y observada la evolución de su rodilla en los ensayos específicos y de grupo, se ha decidido darle el alta".
Descartado Ronaldinho por lesión y muy lejos de su mejor estado de forma, la vuelta de Eto'o es una bendición para un equipo que, el 20 de septiembre, en Bremen, cuando supo la gravedad de la lesión de Eto'o, sintió un escalofrío. El camerunés, en silla de ruedas, bromeaba entonces sobre su rodilla crujida pero sus compañeros sabían lo que perdían sin él y no se equivocaban. Competitivo al máximo, el africano, a quien el Barça añoró sobre todo en el partido del Bernabéu, ante el Chelsea y el Mundial de Tokio, había marcado a estas alturas del año pasado, en la jornada 20, 18 goles en la Liga (el Barça sumaba 49 y ahora 43) y él ahora lleva cuatro, los que marcó en las cuatro primeras jornadas (uno ante el Celta, dos ante Osasuna y otro ante el Racing). Y en la quinta ya no jugó.
Con el Sevilla pisándole los talones, el actual líder (42 puntos frente a los 41 del equipo de Juande Ramos) necesita aire fresco y los jugadores, que ya acogieron a Eto'o el jueves con aplausos, lo recibieron encantados. "Él nos contagia su fuerza y su mentalidad", le elogió ayer Iniesta antes de viajar a Pamplona donde Osasuna, que lleva tres partidos sin marcar, situado en la zona templada de la tabla, recibirá al Barça con muchos cambios.
Y ahora queda la gran incógnita: saber si Eto'o sabrá sobrellevar la presión que recibirá para despertar a un equipo dormido. Rijkaard alteró su discurso: si hace unos días admitió que temía el acoso que puedan sentir tanto Eto'o como Messi, ayer cambió de opinión: "Razonando con lógica, lo mejor es la vuelta de un jugador que ha sufrido una lesión muy larga. La presión se genera desde fuera pero yo quiero quedarme con la felicidad de recuperar a jugadores como ellos. No hay presión: es una gran alegría".
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