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Reportaje:

La UCI moviliza a los ciclistas contra el Tour

La federación internacional, enfrentada con los organizadores, amenaza con prohibir la París-Niza

Carlos Arribas

Pat McQuaid, presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), ha enviado una carta a todos los corredores pertenecientes a equipos del UCI ProTour en la que les solicita su apoyo frente a los organizadores de Giro, Tour y Vuelta, las locomotoras del ProTour, que han instituido sus propias normas de participación, sin control de la UCI.

Esta búsqueda de apoyo en un estamento del deporte ciclista que tradicionalmente ha mantenido una actitud pasiva llega justo en el momento en que el pulso entre ambos campos parece llegar a su momento decisivo. Dentro de un mes comienza el calendario ProTour de 2007 con la disputa de la París-Niza, una carrera precisamente organizada por el Tour, que ya ha anunciado que sólo participarán 18 de los 20 equipos del ProTour más dos invitados (uno de ellos, el Astana, miembro de la Liga de los mejores, con lo cual castiga solamente al Unibet.com, equipo de patrocinador sueco que cuenta, además, con la dificultad de una ley francesa que sólo permite en su territorio la publicidad de juegos de apuestas estatales). A esta decisión del Tour respondió la UCI con una amenaza directa de prohibir la histórica prueba si no se respetan los reglamentos.

La razón fundamental del desacuerdo entre grandes organizadores, quienes afirman que no se sienten obligados por las reglas del ProTour ya que no han firmado ningún compromiso, y la UCI estriba en la lucha por hacerse con los derechos televisivos de las carreras. En su última reunión, el Consejo del UCI ProTour (CUPT) informaba de que está en estudio un proyecto de gestión centralizada de los derechos de televisión conjuntos de todas las pruebas del ProTour y de los Mundiales. Este punto, que se cerraría con la creación de una sociedad en la que también participarían los equipos, que por fin se verían beneficiados por parte de los ingresos televisivos, constituía también la ambición última de los ideólogos del ProTour, Hein Verbruggem ex presidente de la UCI, que aún acude e influye, a todas las reuniones, y Manolo Saiz. Evidentemente, el Tour, la Vuelta y el Giro, las pruebas que mejores derechos de televisión negocian, se negaron a ceder. Ambas partes han solicitado la intervención de la Unión Europea.

En su carta a los ciclistas, McQuaid les recuerda que si siguen adelante con sus planes (reducir incluso a 16 el número de equipos ProTour invitados en 2008), unos 120 corredores quedarían excluidos de las pruebas; y también, tocando la fibra más sensible de los ciclistas, también los organizadores se reservan el derecho de excluir a aquellos corredores y equipos que en su opinión "dañan la imagen de su prueba". "Así", les escribe McQuaid, "les bastaría con un mal artículo en la prensa para rechazar su participación".

El Tour ya ha respondido que organizará la París-Niza y ha recordado a la UCI que las federaciones nacionales de los tres grandes están con ellos, y no con la internacional, con lo que incluso podrían llegar a ceder sus comisarios e inspectores para la prueba.

Los equipos, por su parte, creen que ésta no es su guerra y acudirán a la carrera.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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