La Colón vacía sus estantes
Cierra la librería decana de A Coruña al declararse en ruina el edificio
La librería Colón, la más antigua de A Coruña, echó anoche el cierre definitivo y con ella concluyeron ocho décadas de historia de la ciudad, poblada de libros, cuentos, anécdotas, sentimientos y también de fantasmas. "Haberlos, hailos", afirma entre sonrisas la encargada, Amparo Gantes.
Nadie, evidentemente, vio nunca a los inquilinos del cementerio romano que yace en los cimientos del emblemático edificio del número 24 de la calle Real. Pero muchos, clientes o empleadas, aseguran haber sentido su presencia, siempre discreta, dicen, en armonía con los libros. Y confían, en secreto, en una revancha de los fantasmas contra la especulación urbanística que acabó con su librería de toda la vida, en que esos pacíficos espíritus "se lo hagan pasar canutas" a los que tomen posesión del edificio de nueva planta que se construirá en este céntrico solar. Para el recuerdo sólo quedará la fachada, la única salvada por la protección de la ley.
"En esta ciudad se acaba destruyendo siempre lo más emblemático"
Pero antes, la librería Colón, ya con sus estanterías vaciadas de todo contenido y las paredes libres, abrirá una última vez sus puertas, hoy a las 20 horas para que el público "tome su cadáver", explica Gantes, con una fiesta improvisada, abierta a todos, y sin horario. Clientes, músicos, actores y los libreros de toda A Coruña ya confirmaron su asistencia para despedir al histórico establecimiento y rendir homenaje a sus seis empleadas. Cada uno aportará un poco de si mismo para echar el cierre al local.
El bajo del número 24 de la calle Real alberga libros desde 1927. Pero la primera experiencia no funcionó. El 1 de febrero de 1935, la Sociedad General Española de Librerías volvió a reabrir las puertas del local, bajo el nombre de Colón (nadie sabe porqué fue bautizada así). Y esta vez sí. La librería se convirtió en parte de la ciudad en estos 72 años. Fue un negocio rentable. Las ventas no dejaron de crecer. Pero los dueños del edificio, la Fundación Tenreiro, no pararon hasta conseguir la marcha de todos los inquilinos de renta antigua. Dejaron a su suerte el inmueble, mientras pleiteaban y lograron en los juzgados la declaración de ruina que les negaba el Ayuntamiento. No podrán tocar la fachada, pero reconstruirán todo lo demás.
"En A Coruña se acaba destruyendo siempre lo más emblemático", suspira Gantes. Lleva 35 años de "aventura, combinando la frialdad de los números - y hay que hacer muchos en este negocio- con el amor por los libros". Ayer, con el corazón encogido, "como cuando se muere una persona querida", le costaba recordar anécdotas de una librería que no sólo ofrecía literatura, sino consejos: "Muchos vienen a buscar medicina para el alma. Los libros dan para mucho. ¡Anda que no hice recomendaciones para diferentes estados de ánimo!", cuenta Gades.
También hubo ventas "feas, por metro cuadrado", como la de un matrimonio que le pidió libros "con tapas de piel, de color granate, que es más elegante, y que llenen dos estanterías de metro y medio". Las de la librería ya están vacías. Pero su espíritu quedará, junto al del cementerio romano, en la memoria de la ciudad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.