Detenidos dos soldados en Ceuta por robar medio kilo de explosivos
Los militares tenían antecedentes penales y habían sido expedientados
Dos soldados han sido detenidos en Ceuta junto a una tercera persona, de nacionalidad marroquí, tras ser sorprendidos intentando vender medio kilo de explosivo de origen militar en el mercado negro. A los dos militares, O. C. C., un legionario de la V Bandera del Tercio Duque de Alba, y J. P. A. M., destinado en el Batallón del Cuartel General, se les intervinieron 354 gramos de PG2, una sustancia explosiva de uso militar, y un cartucho de trilita de 232 gramos.
Junto a ellos fue detenida una tercera persona, E. A. A., un marroquí con tarjeta de residencia, que se encontraba junto a ellos.
El jefe de Fuerza Terrestre, el general Pedro Pitart, ha ordenado abrir una investigación para averiguar cómo los dos soldados detenidos habían conseguido el explosivo, presumiblemente sustraído de un acuartelamiento de Ceuta. Uno de ellos está de baja desde octubre y el otro desde noviembre, por lo que ahora mismo no dependen de ninguna unidad militar. Ambos tenían abiertos expedientes disciplinarios y poseían antecedentes penales, al igual que el tercer arrestado.
Los tres fueron detenidos el lunes por la noche, en el transcurso de una espectacular operación policial, diseñada por la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco). Fueron sorprendidos en la entrada de un edificio de aparcamientos cercano a la antigua estación de ferrocarril, en las inmediaciones del recinto portuario, junto a los ocupantes de otro coche, a los que intentaban vender el explosivo.
Las detenciones se produjeron a las 10 de la noche, cuando una decena de vehículos del Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local rodearon a los dos coches donde se estaba realizando la compraventa de la mercancía. Uno de los automóviles intentó evadir el cordón policial y darse a la fuga, por lo que los agentes respondieron con varios disparos al aire de intimidación.
Efectivos de los Tedax se desplazaron hasta el lugar de los hechos para manipular los explosivos, que estaban escondidos en una pequeña caja de zapatos dentro del maletero. Los tres detenidos pasaron la noche prestando declaración en la Jefatura de la Policía, desde donde los dos soldados fueron trasladados ayer por policías militares a los calabozos del cuartel del Batallón General, mientras sus domicilios fueron registrados a lo largo del día.
La policía tuvo constancia en octubre de que se preparaba una operación de venta de explosivo militar a raíz de que un ciudadano hallara abandonado en unos jardines un trozo de una sustancia plástica que resultó ser PG2. Desde entonces se habían establecido controles de vigilancia aleatorios que dieron como resultado la operación desarrollada el lunes por la noche, cuando una patrulla policial se percató del comportamiento sospechoso de los ocupantes de dos coches, en un lugar junto a un edificio de garajes en la zona portuaria. A los dos soldados se les seguía la pista desde hace tiempo, dada su conflictividad.
Uno de los militares detenidos tenía un expediente por falta grave por acumulación de varias leves, mientras que al otro se le había abierto un expediente por actuaciones contrarias al régimen disciplinario de las Fuerzas Armadas, que podría derivar en la expulsión del Ejército.
Fuentes de la investigación indicaron ayer que los soldados, que no son de religión musulmana, pretendían vender el explosivo a la delincuencia organizada y descartan en principio que hubiera conexión con el terrorismo islamista, aunque se investiga ahora el paradero y la identidad de los compradores del material militar, que huyeron del cerco policial y de cuya identidad nada ha trascendido.
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