El Ayuntamiento reconoce ahora que el casino de Castellón ha iniciado sus obras sin licencia municipal

El PP ha necesitado ver unas fotografías que certifican el estado de las obras del futuro casino de Castellón para admitir que no disponen de licencia. El portavoz adjunto del grupo socialista en el Ayuntamiento de Castellón, Miguel Alcalde, presentó ayer en la comisión de Urbanismo las fotografías que demuestran en qué punto se encuentran las obras del casino, que se ubicará en las atarazanas del puerto. La empresa concesionaria cuenta con un permiso para trabajos menores, pero no fue hasta ayer cuando presentó el proyecto para la licencia de actividad, previa a la de obras.

Después de que el concejal de Urbanismo, Javier Moliner, calificara de "falso" que las obras no contaran con licencia, ayer, al ver las fotos, admitió que la envergadura de las obras exige una licencia que la empresa no posee, según desveló el propio Alcalde.

El concejal denunció la semana pasada que la adjudicataria de la explotación del casino no había presentado el proyecto. El socialista destacó que la licencia de actividad resulta crucial, ya que del proyecto dependen las medidas de seguridad, el aparcamiento o las afectaciones al tráfico. Por ello criticó "el mal funcionamiento de la Concejalía de Urbanismo", que "no ha velado por el interés de los ciudadanos, ni de las arcas municipales".

El concejal de Urbanismo le contestó presuroso acusándole de "mentir" y calificó de "lamentable" que, desde su punto de vista, los socialistas generaran "la sensación de desorden con declaraciones falsas que no corresponden con la realidad" porque todos los trabajos estaban "ampliamente amparados por la licencia de adecuación pertinente". Moliner no mandó inspección alguna y no fue hasta ayer cuando admitió la irregularidad y anunció un expediente.

Las obras del casino llevan un retraso de nueve meses debido a cambios del proyecto introducidos por la adjudicataria, el grupo Orenes Franco, y a la recientemente desvelada legalidad en el alquiler de las atarazanas que PortCastelló adjudicó a Puerto Azahar y que ésta, a su vez, ha arrendado a Orenes Franco para el casino.