"Nunca comería gamba y solomillo a la vez"

Ana Portaceli (Valencia, 1972) acaba de tomar posesión en la presidencia de la Academia Valenciana de Gastronomía en sustitución de Vicente Rodríguez. Es la primera mujer que ocupa el cargo en todas las filiales autonómicas que forman la Academia Española de Gastronomía y quiere poner a disposición de la causa sus conocimientos en marketing y publicidad, que es el universo profesional del que proviene. De momento está "tramando" un gran evento alrededor de los frutos del mar ("pescado, marisco y algas") coincidiendo con la Copa del América.

Pregunta. Que una mujer presida algo siempre es un triunfo.

Respuesta. Por supuesto. Y además, con el agradecimiento a los miembros de la Academia que han apostado por mí.

P. Con apenas dos años de existencia, la Academia ya ha sido conquistada por una mujer.

R. Las mujeres solemos conquistarlo todo bastante rápido y bien, pero el anterior presidente siempre será "el presidente".

P. Está muy delgada. ¿No es una credencial contradictoria con el cargo que asume?

R. El único voto que tuve en contra en la elección, porque hice campaña electoral y discurso, fue el del doctor Juan Viña, que argumentó que no llegaba a la masa corporal.

P. ¿Pero le gusta comer o no?

R. Me encanta comer bien. Hago mis cinco comidas como marcan los cánones.

P. Pero en porcentajes mínimos, claro.

R. En absoluto. Lo que ocurre es que hay que comer en función de lo que se gasta. A lo mejor mi problema no es comer ni mucho ni poco sino gastar en energías demasiado.

P. ¿Ha perseguido este cargo o es el cargo el que la ha perseguido a usted?

R. No, durante los dos años que lleva en marcha la institución he sido, en la medida de mis posibilidades, una académica bastante activa. Me gusta, le pongo mucha ilusión y le pongo tiempo, y creo que eso ha sido valorado para ser propuesta por la junta a la presidencia. Somos un buen grupo de interesados por la gastronomía que hemos llegado a tener una vinculación de amistad.

P. ¿Qué vacíos ha llenado la Academia?

R. Fundamentalmente, el reconocimiento a los grandes profesionales de la Comunidad Valenciana, como Quique Dacosta y Raúl Aleixandre, que han sido premios nacionales a propuesta nuestra. La Academia debe servir como plataforma para que el sector tenga el respaldo que se merece y para lograr la máxima profesionalización.

P. ¿Qué retos se plantea más allá de este objetivo principal?

R. Filosofía aperturista. A la sociedad y al sector. Que nos conozcan y nos reconozcan. Entrar en contacto con todas las denominaciones de origen, porque el sector es muy amplio. También a los medios de comunicación. Queremos que la gente sepa que existe la Academia, que no está vacía de contenidos y que nos movemos y luchamos para que la gastronomía valenciana sea una referencia internacional. Además, queremos difundir las artes culinarias valencianas.

P. ¿Qué debemos entender por artes culinarias?

R. Las grandes recetas clásicas de la Comunidad Valenciana. Queremos que la evolución y las reformulaciones que los nuevos cocineros planteen con las recetas sea con toda la creatividad pero desde el respeto. No perder la raíz.

P. ¿Qué opina de la paella mixta?

R. Nunca comería gamba y solomillo al mismo tiempo.